
Esperanza Aguirre, la lideresa genovesa, una vez que se ha recuperado malamente del disgusto electoral que ha supuesto la no dimisión de Mariano , dedica su tiempo libre a matar el gusanillo de privatizar todo lo que se le ponga a tiro. Y no repara en medios. Tras la oleada de privatizaciones, cada día menos encubiertas , de la sanidad ahora le toca el turno a la educación pública. Y dicho y hecho. Ha puesto al frente a su Consejera de Educación, Lucía Filgar y como imaginación y voluntad no les falta, han respaldado el modelo de privatización que ha puesto en marcha el Ayuntamiento genovés de un pequeño pueblo del oeste de la CAM de nombre El Álamo . Y dado como se las gasta la termita genovesa no es nada arriesgado suponer que este modelo de privatización financiado con fondos públicos se extienda a otros municipios genoveses de la región.
Lo dicho, la lideresa genovesa a falta de poder ser elegida por el clan para dedicar sus ambiciones y malas artes a la política nacional, ensaya a escala territorial sus liberales políticas privatizadoras. Y, mucho me temo que la demolición controlada por parte de esta termita woman de los servicios públicos no ha hecho nada más que comenzar.
Lo dicho, la lideresa genovesa a falta de poder ser elegida por el clan para dedicar sus ambiciones y malas artes a la política nacional, ensaya a escala territorial sus liberales políticas privatizadoras. Y, mucho me temo que la demolición controlada por parte de esta termita woman de los servicios públicos no ha hecho nada más que comenzar.
1 comentario:
Al ver el título de la entrada, creí que os referíais a los agujeros que últimamente le han salido a la línea 2 del metro de Madrid. Ahora veo que el término es todavía más justo y mejor puesto. Además de termita, esta "señora" es un auténtico torpedo en la línea de flotación de los derechos sociales públicos. Saludos,
Con vuestro permiso, os enlazo en mi blog. Me encanta leeros.
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