No es ningún secreto que el escalafón judicial está repleto de genoveses originales y genuinos. Esta semana uno de ellos ha sido noticia. Responde al nombre de Enrique López.
En la actualidad el tal López cobra su sueldo como magistrado de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional y por lo que se ve le sobra el tiempo para que sus idea ultras conservadoras se reflejen en los autos que tiene a bien firmar.
Fue durante 7 años ex portavoz conservador del Consejo General Poder Judicial . Durante esta etapa no ocultó ni disimuló sus apoyos a las tesis más reaccionarias que tenían su origen en Génova 13. Su predisposición fue recompesada y dicho y hecho : nada más salir de la sede del CGPJ pasó a ser candidato frustado del PP al Tribunal Constitucional.
Antes de su llegada al ese CGPJ su curriculum como miembro de la carrera judicial daba para lo justo. En realidad cabía en la tapa de una caja de cerillas : 12 años, 4 meses y 17 días. A pesar de la imaginación que algunos de sus hooligans le echaban para estirar sus años de servicio no podían evitar que no sumaban el mínimo exigible para, por ejemplo, cumplir con el período de 15 años de ejercicio efectivo de la función de juez que la ley exige para ser Magistrado del Tribunal Constitucional, tal como pretendían sus patrocinadores genoveses.
Pero López es sobre todo y ante todo un juez sin complejos ideológicos. No se toma ni la molestia de disimular sus posiciones ultras. Sabe bien que lo de la independencia judicial es un principio movible , selectivo y de uso restringido. El mismo sin ir más lejos no ha tenido la más mínima dificultad para opinar sobre lo humano y lo divino y a continuación como quien no quiere la cosa firmar sentencias sobre también lo humano y lo divino. Las compatibilidades ideológicas en la carrera judicial , cuando de ultraconservadores se trata , es lo que tiene.Y como diría el inolvidale de Acebes, quien diga lo contrario es un miserable.
En la actualidad el tal López cobra su sueldo como magistrado de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional y por lo que se ve le sobra el tiempo para que sus idea ultras conservadoras se reflejen en los autos que tiene a bien firmar.
Fue durante 7 años ex portavoz conservador del Consejo General Poder Judicial . Durante esta etapa no ocultó ni disimuló sus apoyos a las tesis más reaccionarias que tenían su origen en Génova 13. Su predisposición fue recompesada y dicho y hecho : nada más salir de la sede del CGPJ pasó a ser candidato frustado del PP al Tribunal Constitucional.
Antes de su llegada al ese CGPJ su curriculum como miembro de la carrera judicial daba para lo justo. En realidad cabía en la tapa de una caja de cerillas : 12 años, 4 meses y 17 días. A pesar de la imaginación que algunos de sus hooligans le echaban para estirar sus años de servicio no podían evitar que no sumaban el mínimo exigible para, por ejemplo, cumplir con el período de 15 años de ejercicio efectivo de la función de juez que la ley exige para ser Magistrado del Tribunal Constitucional, tal como pretendían sus patrocinadores genoveses.
Pero López es sobre todo y ante todo un juez sin complejos ideológicos. No se toma ni la molestia de disimular sus posiciones ultras. Sabe bien que lo de la independencia judicial es un principio movible , selectivo y de uso restringido. El mismo sin ir más lejos no ha tenido la más mínima dificultad para opinar sobre lo humano y lo divino y a continuación como quien no quiere la cosa firmar sentencias sobre también lo humano y lo divino. Las compatibilidades ideológicas en la carrera judicial , cuando de ultraconservadores se trata , es lo que tiene.Y como diría el inolvidale de Acebes, quien diga lo contrario es un miserable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario