Los resultados del 22-M dan margen para todo y para todos. Incluso, pasada la euforia inicial, en la pedrea no todo son alegrías y palmas entre los genoveses originales y genuinos. Los hay que incluso habiendo ganado por amplia mayoría a sus adversarios políticos, los propios y los ajenos, no han logrado redondear la faena.
Es el caso de Esperanza Aguirre, la lideresa genovesa, Condesa y Grande de España consorte. A pesar de haber vencido en las urnas tanto al socialista Tomás Gómez como al pedante de Alberto Ruíz Gallardón.sin embargo en su éxito lleva su propia penitencia y ahora resulta que ya no es la lideresa genovesa en exclusiva con mando único en plaza. Desde el 22-M, comparte , muy a pesar suyo, mesa y cartel con una de sus alumnas más aventajadas, la cada día mas retorcida de María Dolores (de) Cospedal y si, la Virgen del Pilar no lo evita, con la mismísima antigualla genovesa Luisa Fernanda Rudí que allá por tierras aragonesas va rondando a todo aquel que con sus votos regionalistas podría incluso votarla.
Así que visto lo visto , después del éxito electoral, Aguirre ya no es lo que era y ella sabe bien que en el futuro va a ser mucho menos de lo que es y ha sido. Mariano ni olvida ni perdona.
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