La Emperatriz ajusta cuentas

La Emperatriz asistiendo al compromiso del hijo de Abelló

La Emperatriz de la Mancha y Secretaria General de los genoveses originales y genuinos, tanto monta, monta tanto, ha tenido a bien insertar publicidad de dos páginas completas con fotografías incluidas que bajo el formato de entrevista amiga ayer publica su periódico de cabecera y algo más, El Mundo.

No hay grandes novedades para tanto ruido. Su discurso sigue instalado en la confrontación por la confrontación. No disimula que para ella lo relevante no es que ya ha ganado las elecciones regionales, probablemente ni siquiera es consciente que ha sido elegida para ello, lo importante es ganar las próximas generales. Y en ello se esmera. Dedica sus mejores palabras a lanzar genéricas afirmaciones amenazantes “a los socialistas y sus amiguetes “que solo serán recordados por el último minuto de un partido que comenzó hace 28 años

Nada de matices ni mucho menos de reconocimiento a las mejoras educativas, sanitarias, servicios sociales o infraestructuras que los pérfidos socialistas con la mala fe que les caracteriza han realizado durante este periodo.

Ella no está aquí y ahora para eso. Está para lo que está. Es decir, para “levantar alfombras “y advertir que llevará adelante su particular ajuste de cuentas con el pasado. Al fin y al cabo, 50 mil votos de diferencia dan licencia para matar.

Por su parte, le entregada periodista ni siquiera se toma la molestia de preguntar, se limita hacer entradillas para jalear y complacer los instintos más bajos y cutres de la Emperatriz. De hecho parece más estar pensando en su futuro empleo como tertuliana de cobro en la televisión regional que de entrevistadora a una responsable política.

Por supuesto que ni se le pasa por la cabeza interesarse por el papel del marido marido de la Emperatriz y sus relaciones financieras con la Caja de Castilla La Mancha o con otro tipo de operaciones financieras. Tampoco es objeto de pregunta cuáles van a ser las futuras retribuciones múltiples de la Sra. Emperatriz. Tampoco interesa conocer dónde va a vivir, si en Toledo o en Madrid. Si su hijo hijo va ser matriculado en algún colegio público de las JCCM. Ni sobre nada que pueda incomodar a su prefabricado discurso genovés.

En realidad la publicidad es lo que tiene y ella se debe a su público al que tanto quiere y tanto le debe.