La insorpotable levedad de Cebrián

En un movimiento sincronizado, con nocturnidad y alevosía, eligiendo uno de los momentos más críticos de la situación económica, Juan Luis Cebrián, Consejero Delegado del Grupo PRISA, escribe hoy una Tribuna de Opinión en El País que además está reforzada por un editorial de ese mismo periódico

En su columna, tras auto elogiarse por haber escrito con cuarto de siglo de antelación que la actual situación política, 15-M incluido, se veía venir, se dedica en cuerpo y alma a ajustar cuentas con Rodríguez Zapatero. No ahorra descalificaciones: desde una pérdida de confianza clamorosa dentro y fuera de España hasta ser un personaje titubeante y dubitativo pasando por ser un líder maltrecho.

Todo lo anterior le lleva a pedir elecciones anticipadas, o dicho de otro modo, a que ZP por deber moral anuncie un calendario creíble para el proceso electoral. Y acaba como comenzó intentando dar sentido al titular que busca a través de su columna: “Porque solo así los españoles podrán soportar la levedad del ser “.

Por lo que se refiere al editorial es más de lo mismo. Quien lo haya escrito es un clónico del propio Cebrián (en el caso que sea alguien distinto). Sin matices leves ni gruesos. En resumen, disolución de las Cortes y elecciones anticipadas.

Hasta aquí nada nuevo que no se conociera o no se pudiera imaginar. El desencuentro entre ZP y Cebrián, más por intereses empresariales que por asuntos generacionales, ya ha sido relatado en este mismo blog en diversas ocasiones.

Lo novedoso respecto a situaciones anteriores quizá sea que según pasa el tiempo para el Grupo PRISA su propia gestión de la crisis económica se está convirtiendo en un problema de tal calado que le está llevando a cuestionar su propia viabilidad. Han vendido su alma al diablo, han cerrado empresas, han despedido a centenares de trabajadores, están llamados a hacer todo tipo de ERES formales e informales, han tenido y tienen un conflicto laboral en la joya de la corona, El País, deben a la Seguridad Social lo no escrito, etc.…

Y eso si, en mitad de esta polvareda, Juan Luís Cebrián. Su vanidad apenas le deja ver el bosque pero tribunas como las de hoy solo le sirven de ayuda paliativa para esconder a sus propios demonios y miedos.

Es compatible haber sido un espléndido Director de El País con ser un nefasto empresario. Es compatible haber tenido una buena cabeza y ahora estar ocupada por ingentes dosis de vanidad y de egocentrismo. Es compatible haber sido un protagonista privilegiado de la Transición y en la actualidad ser un personaje secundario - ciudadano del común- aunque disponga de cajero propio y gastos de representación sin límite.

En realidad Juan Luís Cebrián no admite que su minuto de gloria hace tiempo que finalizó y que como los viejos toreros va arrastrando su triste figura dando tumbos por plazas de toros de segunda regional malgastando los cohetes que Jesús Polanco le dejó en su testamento. Una pena que un tipo así acabe de esta manera. Hace años que Cebrián no vive como piensa y ha acabado pensando cómo vive.No saber retirarse a tiempo es lo que tiene.