Incompatibilidades caseras y a la carta

En plena refriega sobre el papel que ha tenido y tiene el Banco de España y su Gobernador Miguel Ángel Fernádez Ordoñez sobre los múltiples escandalos financieros y retributivos entre los directivos de multiples Cajas de Ahorro intervenidas, el nombre de José Antonio Alepuz  Sánchez es más que probable que a una mayoría no les diga nada.

De entrada, Alepuz es desde 1986 un abogado del Estado que fue jefe de la Asesoría Jurídica del Tesoro Público entre 1989 y 1998, fecha en la que se incorporó al Departamento Legal del Banco Mundial como asesor legal senior en materias de regulación financiera. Desde el año 2002 ocupa el cargo de Secretario General del Banco de España.

De salida y sin hacer ruido , el tal Alepuz se pasa al sector privado. Pero no a cualquier empresa de las muchas que podría. Alepuz afina bien y mira por donde ficha por Caixaholding que es el Grupo que aglutina buena parte de las participaciones en terceras empresas con las que cuenta La Caixa y que engloba las participaciones industriales -excepto Telefónica y Repsol, que están disponibles para la venta-, así como la división inmobiliaria.

El Reglamento del Banco de España impone 6 meses de prohibición para poder hacer efectivo el fichaje de un alto cargo del organismo regulador  por una de las entidades que son supervisadas por este mismo organismo. Con ello se intenta que como a la mujer del César además  de ser honesto hay que parecerlo.

Lo inaudito de este fichaje es que apenas haya sido noticia y una vez más se vuelve a cumplir la premisa que a río revuelto ganancia de pescadores. Es evidente que ambos, Alepuz y La Caixa ganan. La transparencia y el buen gobierno pierden.