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Un gran payaso el que se ha perdido el mundo del circo |
Sostiene Esteban González Pons que aquí lo que sobran son “políticos”. Es decir, se suma a la corriente genovesa que va ganando adeptos y que trata de aprovechar la actual crisis económica para de paso cuestionar la labor que desempeñan en los diferentes niveles de las administraciones públicas así como en los Parlamento autonómicos y en las Cortes Generales los que despectivamente él considera “políticos “.
Al margen de la dosis de esquizofrenia que supone descalificar la labor a la cual el mismo viene dedicándose durante los últimos 20 años, sus tesis no es novedosa ni original. Solo hay que darse una vuelta por la reciente historia de España para comprobar que los abuelos de los que hoy defienden esas tesis la practicaron hasta la saciedad y con una crueldad acreditada. En algunos casos no tuvieron reparo moral alguno para dejarles tirados en las cunetas con un tiro en la nuca y en otros muchos sustituyéndoles por burócratas de alto standing y entusiastas corruptos bajo la tutela de la dictadura entonces imperante.
En realidad este es un tema que lo llevan en la sangre y en su ADN. Mezclan todo lo mezclable para que al final, lo que ellos denominan despectivamente “políticos”, sean asimilados en el imaginario de los ciudadanos a los que durante 40 años fueron calificados por el franquismo de politicastros, inutiles y sinvergüenzas.
Es un juego extremadamente peligroso donde los genoveses quieren llevar el debate. Es tentador y lo saben, encontrar salidas rápidas al descontento y al desconcierto. Mientras que se hable de “los políticos“ menos se hablara de las responsabilidades, por ejemplo, que tienen en esta crisis los desconocidos gestores de las entidades financieras. Cuanto más y peor se hable de “los políticos” más valor adquieren en el mercado sus potenciales sustitutos. Es decir, los tecnócratas que generación tras generación llevan años y años dándose el relevo en la gestión del aparato estatal.
La última propuesta de reducir el número de diputados hay que enmarcarla en ese ambiente de puja para ver quien demuestra ser más original y atrevido a la hora de demonizar a los que se dedican a la cosa pública.
Pero volvamos a Esteban González Pons. Os invito a que imaginéis que hubiera sucedido si el hubiera sido, de aplicarse su tesis, uno de esos políticos suprimidos y, a cambio, se hubiera dedicado, por ejemplo, a trabajar como payaso en el Circo Price.
Al margen de la dosis de esquizofrenia que supone descalificar la labor a la cual el mismo viene dedicándose durante los últimos 20 años, sus tesis no es novedosa ni original. Solo hay que darse una vuelta por la reciente historia de España para comprobar que los abuelos de los que hoy defienden esas tesis la practicaron hasta la saciedad y con una crueldad acreditada. En algunos casos no tuvieron reparo moral alguno para dejarles tirados en las cunetas con un tiro en la nuca y en otros muchos sustituyéndoles por burócratas de alto standing y entusiastas corruptos bajo la tutela de la dictadura entonces imperante.
En realidad este es un tema que lo llevan en la sangre y en su ADN. Mezclan todo lo mezclable para que al final, lo que ellos denominan despectivamente “políticos”, sean asimilados en el imaginario de los ciudadanos a los que durante 40 años fueron calificados por el franquismo de politicastros, inutiles y sinvergüenzas.
Es un juego extremadamente peligroso donde los genoveses quieren llevar el debate. Es tentador y lo saben, encontrar salidas rápidas al descontento y al desconcierto. Mientras que se hable de “los políticos“ menos se hablara de las responsabilidades, por ejemplo, que tienen en esta crisis los desconocidos gestores de las entidades financieras. Cuanto más y peor se hable de “los políticos” más valor adquieren en el mercado sus potenciales sustitutos. Es decir, los tecnócratas que generación tras generación llevan años y años dándose el relevo en la gestión del aparato estatal.
La última propuesta de reducir el número de diputados hay que enmarcarla en ese ambiente de puja para ver quien demuestra ser más original y atrevido a la hora de demonizar a los que se dedican a la cosa pública.
Pero volvamos a Esteban González Pons. Os invito a que imaginéis que hubiera sucedido si el hubiera sido, de aplicarse su tesis, uno de esos políticos suprimidos y, a cambio, se hubiera dedicado, por ejemplo, a trabajar como payaso en el Circo Price.
En primer lugar no hubiera sido Consejero y cómplice de un gobierno regional presidido por un presunto delincuente llamado Francisco Camps.
En segundo lugar, no hubiera podido adjudicar licencias de TDT a empresarios amigos y a asimilados por procedimientos sospechosamente contaminados.
En tercer lugar su nombre no aparecería en primera persona en el sumario Gurtel
En cuarto lugar, no hubiera podido influir en " recalificaciones " de terrenos rústicos de familiares que gracias a ello han visto multiplicar su valor.
En quinto lugar, nos hubiéramos evitado tener que escucharle sus insultos y descalificaciones a los miembros del Tribunal Constitucional, a los fiscales, a los jueces, a la policías y a todos aquellos colectivos que por hacer su trabajo dejan en pésimo lugar las artimanachas que practican sus amigos del alma.
En sexto lugar nos hubiéramos perdido sus gracias , gracejas y ocurrencias que rozan el ridículo y provocan la vergüenza ajena como cuando ha tenido la desfachatez de prometer la creación de 3, 5 millones de puestos de trabajo.
En séptimo lugar, los contribuyentes nos hubiéramos ahorrado los miles de euros que a través de su partido recibe anualmente el susodicho y que además de redondear sus ingreso como diputado por Valencia le permiten hacer una declaración de bienes y rentas que sonroja a propios y extraños.
Todo eso y mucho más lo hubiéramos evitado si Esteban González Pons estuviera haciendo su trabajo en algún circo en algún lugar del mundo.
En realidad aquí no sobran genéricamente " políticos ". Los que en cambio si sobran son tipos como Esteban González Pons que con sus ocurrencias y payasadas hacen un daño tremendo a una mayoría de ciudadanos que trabajando decentemente, incluidos numerosos genoveses, en silencio y con eficacia son asimilados a personajes de quinta división regional que como Pons estando llamados por vocación, predisposicón y maneras a ganarse el jornal pegando botes en la pista de cualquier circo en cualquier lugar del mundo, sin embargo nos sigue amenizando sin pedirselo nadie las jornadas con sus ocurrencias cada día menos ocurrentes.
En segundo lugar, no hubiera podido adjudicar licencias de TDT a empresarios amigos y a asimilados por procedimientos sospechosamente contaminados.
En tercer lugar su nombre no aparecería en primera persona en el sumario Gurtel
En cuarto lugar, no hubiera podido influir en " recalificaciones " de terrenos rústicos de familiares que gracias a ello han visto multiplicar su valor.
En quinto lugar, nos hubiéramos evitado tener que escucharle sus insultos y descalificaciones a los miembros del Tribunal Constitucional, a los fiscales, a los jueces, a la policías y a todos aquellos colectivos que por hacer su trabajo dejan en pésimo lugar las artimanachas que practican sus amigos del alma.
En sexto lugar nos hubiéramos perdido sus gracias , gracejas y ocurrencias que rozan el ridículo y provocan la vergüenza ajena como cuando ha tenido la desfachatez de prometer la creación de 3, 5 millones de puestos de trabajo.
En séptimo lugar, los contribuyentes nos hubiéramos ahorrado los miles de euros que a través de su partido recibe anualmente el susodicho y que además de redondear sus ingreso como diputado por Valencia le permiten hacer una declaración de bienes y rentas que sonroja a propios y extraños.
Todo eso y mucho más lo hubiéramos evitado si Esteban González Pons estuviera haciendo su trabajo en algún circo en algún lugar del mundo.
En realidad aquí no sobran genéricamente " políticos ". Los que en cambio si sobran son tipos como Esteban González Pons que con sus ocurrencias y payasadas hacen un daño tremendo a una mayoría de ciudadanos que trabajando decentemente, incluidos numerosos genoveses, en silencio y con eficacia son asimilados a personajes de quinta división regional que como Pons estando llamados por vocación, predisposicón y maneras a ganarse el jornal pegando botes en la pista de cualquier circo en cualquier lugar del mundo, sin embargo nos sigue amenizando sin pedirselo nadie las jornadas con sus ocurrencias cada día menos ocurrentes.
1 comentario:
En el caso de las televisiones se ha lucido, en la capital del reino, tan solo funciona una (1) sola emisora local y pertenece al Levante (diario opositor mas o menos), más la municipal que no la cierran por verguenza, y que en su día también explotaron sus amigachos del alma.
La primera autonomica privada, que se le adjudico al grupo del diario Las Provincias está en manos de canales de teletiendas, la segunda, de la Cope, pasandolas canutas, por no decir pu...
El resto de emisoras en la comunidad, anda a la zaga, las 13 licencias de los imputados en la Gurtel (Tele7-Mediamed), cerradas o en manos de teletiendas, los trabajadores en la calle, sin cobrar un euro desde hace dos años, ni el fogasa me consta que les ha pagado.
El resto, las televisiones que estaban funcionando antes de la TDT cerradas y enterradas que les molestaban mucho.
Y el otro día le contestaba en Twitter a Toni Cantó, que se presenta por UPYD que en Canal 9 no se podia hacer debate por los votos que UPYD no tenía, y donde van Sr. Gonzalez ??
Porque de sus imperio mediático no queda nada.... y menos que va a quedar...
Y todo esto, sin profundizar mucho más... que todavía habría para contar...
Vamos, una gestión y unas adjudicaciones impecables.....
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