A pesar de la apariencias y de sus calculados gestos y los del Grupo PRISA para presentarse y presentarle como un tipo abierto y dialogante y por tanto ajeno a las corrientes conservadoras que dominan las filas genovesas, Alberto Ruiz Gallardón es, como bien cuenta Juan José Millás, un genovés de doble moral al que un día, durante el transcurso de una cena en la que le colocaron cerca del susodicho, le escuchó decir con absoluto desparpajo y naturalidad que para estar en primera línea “había que casarse con el Abc y acostarse con EL PAÍS “.
De hecho esta es una técnica que a base de practicarla la tiene muy depurada y sin inmutarse es capaz de aplicarla sin distinción en todos los ámbitos de su actividad pública y privada.
De hecho esta es una técnica que a base de practicarla la tiene muy depurada y sin inmutarse es capaz de aplicarla sin distinción en todos los ámbitos de su actividad pública y privada.
En todo caso, para los más incrédulos os sugiero que os deis una vuelta por su trayectoria y las dudas sobre el susodicho se os resolverán. A modo de aproximación aquí os va un resumen resumido de su recorrido genovés.
Alberto es hijo del que fuera miembro de la Junta directiva de Alianza Popular, José María Ruiz-Gallardón. Nació en Madrid el 11 de diciembre de 1958.
Cursó los estudios de Bachillerato en Madrid, en el Colegio de Nuestra Señora del Recuerdo de los Jesuitas. Con la brillantez académica que le caracteriza, se matriculó en Derecho en el Colegio Universitario privado San Pablo CEU, adscrito a la Universidad Complutense, donde se licenció con 21 años. A diferencia de otros genoveses de postín, tipo Juan José Lucas o Juan Ignacio Barredo, su expediente académico no presenta síntomas innecesariamente ajenos al ciclo de cinco años que entonces comportaba los estudios de Derecho.
Alberto se presentó a oposiciones de ingreso a la carrera fiscal a los 23 años, obteniendo la plaza, aunque lamentable e inexplicablemente, con el número dos de la XXVIII Promoción. Se dice que Alberto, quizá mal asesorado, estuvo en un tris de recurrir la citada oposición por considerar que él y no el otro se merecía el número 1 de la promoción. Al final, se resignó y optó por tomar posesión en a la Audiencia Provincial de Málaga, donde prestó por escaso tiempo servicios hasta que pidió la excedencia voluntaria para hacerse cargo de la asesoría jurídica del partido.
En Mayo de 1983, sin la presión de aparentar lo que no era, no dudó presentarse bajo la Coalición conservadora AP-PDP-UL en sus listas electorales al Ayuntamiento de Madrid. Allí se encontró con la que se ha convertido en su pesadilla dentro del clan genovés, la también recién elegida concejala y condesa, Esperanza Aguirre.
En 1986 se le incorpora al Comité Ejecutivo en el VII Congreso Nacional del partido, celebrado en febrero de 1986. Dentro de la estructura del partido se incorporó a la asesoría jurídica de AP. En ese mismo año, 1986, concurrió en las elecciones generales del 22 de junio, como candidato al Senado por la circunscripción de Palencia, que como puede imaginar no le tocaba ni el reintegro, y como era previsible no obtuvo el escaño en la Cámara Alta.
Tras el cese del innombrable Jorge Verstrynge como secretario general del partido, Alberto se hizo con, más o menos astucia, el puesto que dejo vacante el tal Verstrynge a primeros de septiembre de 1986, pero con carácter interino hasta la celebración del Congreso. En diciembre de ese mismo año, a la vista que no había excesivos candidatos, la gestora de AP-Madrid, reunida en una cafetería de la calle Goya le designa candidato a la presidencia de la Comunidad Autónoma de Madrid.
Como se recordará, un año después, en febrero, tuvo lugar el VIII Congreso Extraordinario de AP. El caso es que en este Congreso fue elegido presidente del mismo el tal Antonio Hernández Mancha y aunque se podría pensar, con razón, que Alberto se apunta a un bombardeo, el caso es que consiguió con las artes que le caracterizan hacerse con una de las cuatro vicepresidencias.
En los comicios autonómicos que se celebraron del 10 de junio de 1987, obtuvo un escaño de diputado en la Asamblea de Madrid. Pero como también es conocido, Alberto da para eso y para más y un mes después, el 29 de julio, era elegido senador en representación de dicha Comunidad Autónoma.
Por esas fechas, el inefable presidente de AP, el tal Hernández Mancha, con el único afán de molestar, le nombró portavoz genovés. Sin embargo, como consecuencia de un malentendido, Alberto dimitió de todos sus cargos dentro del partido el 22 de octubre de 1988, al considerar que el tal Hernández Mancha, no le había informado de un acuerdo alcanzado con el CDS para la presentación de mociones de censura en la Asamblea y el Ayuntamiento de Madrid. Afortunadamente, la pesadilla de Mancha acaba con la vuelta de Manuel Fraga Iribarne a la presidencia del partido en el IX Congreso, en el que se produjo la refundación del mismo pasando a denominarse Partido Popular (PP), en enero de 1989.
Por esas fechas, el inefable presidente de AP, el tal Hernández Mancha, con el único afán de molestar, le nombró portavoz genovés. Sin embargo, como consecuencia de un malentendido, Alberto dimitió de todos sus cargos dentro del partido el 22 de octubre de 1988, al considerar que el tal Hernández Mancha, no le había informado de un acuerdo alcanzado con el CDS para la presentación de mociones de censura en la Asamblea y el Ayuntamiento de Madrid. Afortunadamente, la pesadilla de Mancha acaba con la vuelta de Manuel Fraga Iribarne a la presidencia del partido en el IX Congreso, en el que se produjo la refundación del mismo pasando a denominarse Partido Popular (PP), en enero de 1989.
En este Congreso una vez más, Alberto da su verdadera talla política y al grito de " aquí paz y después gloria " fue designado miembro del Comité Ejecutivo Nacional y presidente del Comité de Conflictos y Disciplina.
Tras las elecciones generales del 29 de octubre de 1989, Alberto continúa como senador por la Comunidad de Madrid y, al igual que en parte de la Legislatura anterior, ejerce como presidente del Grupo Popular en el Senado para la IV legislatura. Vuelve a ser elegido miembro del Comité Ejecutivo Nacional genovés en el X Congreso, en el que se hace con la presidencia el mismísimo Aznar.
Sobre este asuntillo tan solo recordar que Alberto sugirió la expulsión, entre otros, de Eduardo Zaplana y Carlos Aragonés que con los años es el marido de Lucía Figar Lacalle, Consejera de Educación de la Sra. Condesa Aguirre. Como se pueden imaginar, a pesar de las apariencias, la relación entre ambos no está precisamente y desde entonces para tirar cohetes.
Para matar el tiempo, se dedicó hacer el aún virgen Código Ético
Número uno de la lista genovesa al Senado por Madrid en las elecciones generales del 6 de junio de 1993, Alberto revalida el escaño de senador y pasa a ser el portavoz del Grupo Popular en el Senado. Paralelamente, abandona el cargo de portavoz del Grupo Popular en la Asamblea de Madrid, aunque continúa como diputado regional y presidente del PP en la Asamblea de la Comunidad Autónoma de Madrid. Se presentó por tercera vez consecutiva como cabeza de lista genovesa en las elecciones autonómicas de Madrid del 28 de mayo de 1995. A la tercera due la vencida y su investidura como presidente tuvo lugar el 28 de junio en una sesión de la Asamblea regional en la que fue elegido.
Ocho años después da el salto a las listas electorales al Ayuntamiento de Madrid y el 25 de Mayo de 2003 fue elegido Alcalde de Madrid en expectativa de destino. Es acompañado en la lista por la mujer, mujer por excelencia, la mismísima Ana Botella. El 27 de mayo de 2007, 4 años después , vuelve a renovar la mayoría absoluta. Sigue de pareja de hecho municipal con la susodicha Botella.
El 16 de Enero del 2008 , tras el anuncio de Rajoy que no sería diputado en su lista, declara con la boca chica que tras las elecciones generales del 9 de Marzo se retiraría de la actividad pública. Un día después se matiza a si mismo y declara que se lo pensará mejor. Y ahí sigue.
Por esas fechas como viene siendo habitual, por enésima vez se enreda con la Sra. Condesa Aguirre y se dedica en cuerpo y alma a halagar y llevar a hombros a Mariano, el estadista. Como justa recompensa, el Registrador de la Propiedad tiene a bien en llevarle en su lista al Congreso para las elecciones del 20-N.
Está casado con María del Mar Utrera, hija del que fuera ministro Secretario General del Movimiento, José Utrera Molina La pareja tiene cuatro chavales, Alberto, José, Ignacio y Rodrigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario