El pasado 14 de Marzo nos hacíamos eco de las actuaciones que respecto al atentado del 11-M, a pesar de ser conocedora de la sentencia del Tribunal Supremo, estaba llevando a cabo la magistrada María del Coro Cillán y García de Iturrospe, titular del juzgado nº 43 de Madrid.
Decíamos entonces que no era casual que el inmoral de Pedro José Ramírez y la caverna mediática la consideraran una heroína, lanzándola al estrellato con todo tipo de piropos y halagos.
Han pasado los meses y las piezas van encajando. De hecho todas las esperanzas para los que mantienen la locura de que el atentado del 11-M lo cometieron un comando de ETA organizado personalmente por ZP y Rubalcaba están depositadas en las actuaciones que está llevando a cabo Coro Cillán.
Decíamos entonces que para comenzar hablar con propiedad esta genovesa con toga hay que poner en entredicho que no es como se la quiere presentar. Es decir, una profesional del Derecho independiente y neutral. Y para ello nada mejor que repasar su trayectoria política y profesional.
En lo que se refiere a su trayectoria política no es neutral ni circunstancial que la ahora estrella de la ultraderecha en plena transición democrática y en pleno uso de sus facultades cívicas y mentales decidió ir nº 2 en la lista de Unión Foral del País Vasco por Guipúzcoa para las elecciones de 1979.
Para los más jóvenes solo recordar que sus miembros y su ideología estaban fusionados con la derecha más radical de entonces y que como estaba previsto, tiempo después, acabaron integrados en el hoy Partido Popular.
Aunque la susodicha siempre que ha podido ha pretendido minimizar cuando no negar su relación con esa candidatura de la ultraderecha, el hecho cierto es que esa relación quedó acreditada en una conferencia, ciertamente plomiza que pronunció en una Jornadas organizadas por la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura y la UCM. En su conferencia, como quien no quiere la cosa, tuvo el desparpajo de decir que se presentó a esas elecciones por la UCD. Como aquí no cabe el despiste y además hay constancia documental que su nombre figura en la candidatura de marras la Sra. Magistrada por decirlo amablemente no se ajustó a la verdad.
Por lo que se refiere a su trayectoria profesional su complicada hoja de servicios está repleta de incidencias con sanciones incluidas como la que le fue impuesta en 1999 por retrasos injustificados en la instrucción de las causas que tenía asignadas.
Más aún, dos años después de esa primera sanción y estando la susodicha destinada en la sección Segunda de la Audiencia Provincial de Guipúzcoa, la comisión disciplinaria del Poder Judicial contó en su haber 34 retrasos graves en procesos civiles y 14 en penales. En algunos casos, se celebraba la vista y luego tardaba más de tres años en redactar las sentencias.
Cuenta las crónicas periodísticas que siendo ella ponente, en ocasiones, escribía borradores de sentencia que luego no entregaba a sus compañeros de tribunal o que eran rechazados por éstos por no recoger los argumentos acordados durante la deliberación del asunto del que se tratara. En varias ocasiones, el presidente del tribunal tuvo que asumir personalmente la redacción de resoluciones que correspondían a la magistrada.
Durante la instrucción del expediente sancionador, en el que se la consideró autora de una falta muy grave de desatención de sus funciones, el instructor y el fiscal solicitaron la separación definitiva de la judicatura para la juez infractora invocando que no era la primera vez que se la sancionaba por esos hechos. Tras varias idas y venidas se le aplicó la suspensión de funciones durante dos años. Cinco años más tarde, la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Supremo anuló la sanción por considerar que el procedimiento sancionador seguido por el Consejo General del Poder Judicial había caducado en 1999.
Decíamos entonces que no era casual que el inmoral de Pedro José Ramírez y la caverna mediática la consideraran una heroína, lanzándola al estrellato con todo tipo de piropos y halagos.
Han pasado los meses y las piezas van encajando. De hecho todas las esperanzas para los que mantienen la locura de que el atentado del 11-M lo cometieron un comando de ETA organizado personalmente por ZP y Rubalcaba están depositadas en las actuaciones que está llevando a cabo Coro Cillán.
Decíamos entonces que para comenzar hablar con propiedad esta genovesa con toga hay que poner en entredicho que no es como se la quiere presentar. Es decir, una profesional del Derecho independiente y neutral. Y para ello nada mejor que repasar su trayectoria política y profesional.
En lo que se refiere a su trayectoria política no es neutral ni circunstancial que la ahora estrella de la ultraderecha en plena transición democrática y en pleno uso de sus facultades cívicas y mentales decidió ir nº 2 en la lista de Unión Foral del País Vasco por Guipúzcoa para las elecciones de 1979.
Para los más jóvenes solo recordar que sus miembros y su ideología estaban fusionados con la derecha más radical de entonces y que como estaba previsto, tiempo después, acabaron integrados en el hoy Partido Popular.
Aunque la susodicha siempre que ha podido ha pretendido minimizar cuando no negar su relación con esa candidatura de la ultraderecha, el hecho cierto es que esa relación quedó acreditada en una conferencia, ciertamente plomiza que pronunció en una Jornadas organizadas por la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura y la UCM. En su conferencia, como quien no quiere la cosa, tuvo el desparpajo de decir que se presentó a esas elecciones por la UCD. Como aquí no cabe el despiste y además hay constancia documental que su nombre figura en la candidatura de marras la Sra. Magistrada por decirlo amablemente no se ajustó a la verdad.
Por lo que se refiere a su trayectoria profesional su complicada hoja de servicios está repleta de incidencias con sanciones incluidas como la que le fue impuesta en 1999 por retrasos injustificados en la instrucción de las causas que tenía asignadas.
Más aún, dos años después de esa primera sanción y estando la susodicha destinada en la sección Segunda de la Audiencia Provincial de Guipúzcoa, la comisión disciplinaria del Poder Judicial contó en su haber 34 retrasos graves en procesos civiles y 14 en penales. En algunos casos, se celebraba la vista y luego tardaba más de tres años en redactar las sentencias.
Cuenta las crónicas periodísticas que siendo ella ponente, en ocasiones, escribía borradores de sentencia que luego no entregaba a sus compañeros de tribunal o que eran rechazados por éstos por no recoger los argumentos acordados durante la deliberación del asunto del que se tratara. En varias ocasiones, el presidente del tribunal tuvo que asumir personalmente la redacción de resoluciones que correspondían a la magistrada.
Durante la instrucción del expediente sancionador, en el que se la consideró autora de una falta muy grave de desatención de sus funciones, el instructor y el fiscal solicitaron la separación definitiva de la judicatura para la juez infractora invocando que no era la primera vez que se la sancionaba por esos hechos. Tras varias idas y venidas se le aplicó la suspensión de funciones durante dos años. Cinco años más tarde, la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Supremo anuló la sanción por considerar que el procedimiento sancionador seguido por el Consejo General del Poder Judicial había caducado en 1999.
Tras esta “impecable “ trayectoria la magistrada ha acabado como titular del juzgado nº 43 de Madrid. También aquí ha tenido actuaciones memorable. Pongamos 3 ejemplos al azar.
1º ) Archivar la querella del Dr. Montes contra Lamela, el inefable Consejero genovés de Sanidad de la Sra. Condesa Aguirre.Pero pelillos a la mar.
2º) Abrir diligencias en un tiempo record contra los convocantes de las manifestaciones ateas en la Semana Santa pasada.
3º) Enfrentamiento directo con sus subordinados en su juzgado. Insufrible colega
Aquí todo vale y si no que se lo pregunten por este orden a: Esteban González Pons, Javier Arenas Bocanegra y María Dolores Cospedal García.
Para ampliar información sobre la susodicha pincha aquí
1º ) Archivar la querella del Dr. Montes contra Lamela, el inefable Consejero genovés de Sanidad de la Sra. Condesa Aguirre.Pero pelillos a la mar.
2º) Abrir diligencias en un tiempo record contra los convocantes de las manifestaciones ateas en la Semana Santa pasada.
3º) Enfrentamiento directo con sus subordinados en su juzgado. Insufrible colega
Aquí todo vale y si no que se lo pregunten por este orden a: Esteban González Pons, Javier Arenas Bocanegra y María Dolores Cospedal García.
Para ampliar información sobre la susodicha pincha aquí
2 comentarios:
Que grande es este blog. Ánimo.
Como os cagais de que pueda descubrir algo
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