jueves, 19 de enero de 2012

La calle es mía

Si Ana Botella, la alcaldesa de Madrid por concurso de traslados,  cumple con su palabra, por fin, se hará verdad la frase del recientemente fallecido Manuel Fraga Iribarne cuando dijo que la calle era suya.

Gracias a Botella y a la desmemoria histórica, el ministro del dictador tendrá una calle que llevará su nombre y por tanto, esta vez si podría decir que , al menos, esa si será suya y solo suya.

Con esa torpeza congénita que tiene la mujer de La Cosa para expresarse se ha saltado de la biografía del padrino de su marido 50 años de su vida y obra para explicar que la futura calle que llevará su nombre es de lo más merecida ya que 
"Fraga es una persona clave en la Transición española y en algo tan importante como ha sido el Partido Popular, el partido que él fundó ha llegado, por el esfuerzo de muchas personas, a esa mayoría natural que él predijo que se iba a producir en España en torno a las ideas que defendió".

En realidad se le olvida a la Sra. Alcaldesa que no hace falta sortear la biografía de su benefactor familiar para justificar que una calle, un callejón, una travesía o una gran avenida lleven su nombre y apellidos ya que la Calle de Manuel Fraga Iribarne se sumaría a las 160 con nombres de otros franquistas que desde 1939 existen  en la ciudad de la que es alcaldesa. La impunidad es lo que marca la diferencia.

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