viernes, 20 de enero de 2012

Por 56 millones de euros

Botín con el agraciado
Pasan las horas y ni Botín ni su agraciado empleado Luzón dicen ni está boca es mia sobre los 56 millones de euros que el primero tiene previsto pagar al segundo como liquidación por sus servicios prestados.

No es la primera , ni será la última que estos iinmorales se ríen de todos nosotros. La crisis no va con ellos ni con los suyos. y para colmo de la desvergüenza, con esa altanería además de la que hace gala este banquero de alto postín y de bajos principios, cuando tenga que hacer la liquidación del Impuesto de Sociedades desgravará los 56 millones de euros con los que , al final, seremos los contribuyentes los que acabemos pagando con nuestros impuestos el botín que el tal Luzón y sus descendientes disfrutaran durante generaciones y generaciones.

Y como aquí el que no corre vuela y todo se compra y todo se vende compruebo con decepción que,el agraciado alardea de ser propietario de la medalla de oro al mérito en el trabajo que se le concedió recientemente en uno de los últimos Consejo de Ministros presididos por ZP. lo que unido al indulto que una semana después se le otorgó  al consejero delegado del Grupo Santander, Alfredo Sáenz, inevitablemente te llevan a pensar que la crisis no lo es todo para explicar el comportamiento electoral del personal. Para tirar cohetes.

1 comentario:

Jordi Morrós Ribera dijo...

La nota periodística dice que Francisco Luzón se va por inicativa propia. Por lo tanto la morterada de los 56 millones no es en ningún caso indemnizatoria por cese o despido.

Por lo tanto don Francisco Luzón y familia acaban de hacer un gran negocio por un simple cambio laboral, aunque claro con 64 años recién cumplidos probablemente su destino sea algún consejo de administración de relumbrón.