lunes, 16 de enero de 2012

Que no se nos entusiasmen....


El fallecimiento de Manuel Fraga Iribarne, Presidente de Honor de los genoveses originales y genuinos, está provocando una oleada de comentarios, la mayoría con formato de alabanzas entusiastas y compulsivas hacia su figura que , miren por donde se miren, visto su trayectoria en su conjunto, son excesivas y desproporcionadas.

Es cierto que ya en su madurez apostó por una transición de la dictadura a la democracia. Es cierto que evitó que la extrema derecha se organizara al margen de su partido. Es cierto que a su manera se opuso al 23F. Es cierto que con los años se integró en el circuito democrático autonómico y durante años fue Presidente de la Xunta de Galicia.

Todo lo anterior es compatible y bien que lo supo conciliar, con sus largos años de colaborador de la dictadura del general Franco. Y no es cierto que lo hiciera desde su vocación de servidor público. Cuando alguien que como el se sienta en un Consejo de Ministros presidido por un militar golpista forma parte del entramado que sostiene a esa dictadura.

Todo el mundo tiene el derecho a cambiar de opinión y Fraga Iribarne no puede ser una excepción
pero no conviene olvidar que en ese cambio no se incluyó una condena expresa de la dictadura con la que colaboró durante  40 años.

En fin, la pregunta del millón : ¿Lo comido por lo servido?.Cada cual que piense lo que estime conveniente pero su fallecimiento no nos debe nublar la memoria por respeto a los que a diferencia de Fraga Iribarne no tuvieron ni siquiera el derecho de morir en su cama y si en una cuneta, paredón o muertos de hambre, de pena y de miedo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Nada puede compensar que consintiera la tortura. Hoy Escolar en su blog recomienda este enlace sobre el papel de Fraga en el crimen de Enrique Ruano: http://www.elpais.com/articulo/espana/tiro/mataron/elpepuesp/20090117elpepunac_5/Tes

Anónimo dijo...

BRAVO. Un breve pero excelente post. De lo mejor que he leído sobre Fraga.

Jordi Morrós Ribera dijo...

La discrepancia ideológica nunca debe nublar a la ecuanimidad. La historia de don Manuel Fraga Iibarne es la que es, y lo que sería vergonzoso es olvidar alguna de sus facetas por aquello de que quizás es menos presentable. Ayer por ejemplo el diario "El Mundo" cantó de forma entusiasta las alabanzas de don Manuel, y curiosamente se les olvidaron esas otras facetas. Pero ya se sabe que la ecuanimidad no es precisamente una característica de ese periódico (o quizás sería mejor definirlo de "medio de presión política" antes que de periódico).

Anónimo dijo...

y por que a eta le piden que pida perdon y el no lo pidio nunca?

Anónimo dijo...

y por que a eta le piden que pida perdon y el no lo pidio nunca?