En un marco incomparable, los Príncipes Felipe y Letizia que andan de bolos por EEUU, han hecho un hueco en su apretada agenda para inaugurar en Manhattan la escuela de negocios del IESE. Es decir, para los que estas siglas no les digan nada, recordarles que este Instituto es el brazo formativo que la secta del Opus Dei puso en marcha allá por 1958 en la ciudad de Barcelona.
Y es en este marco sectario en el que los cortesanos gubernamentales del Principe Felipe, heredero de una de las monarquías europeas que en estos momentos más hace aguas, le han escrito un discurso que entusiastamente ha leído y que por su contenido supera con creces la expectativas que la CEOE y el Gobierno de Mariano tenían depositadas en esa intervención.
Cuentan las crónicas que el Príncipe heredero en un encuentro con representantes de empresas estadounidenses en la sede de la citada escuela de negocios IESE, afirmó con ese desparpajo y esa impunidad que da saber que la crisis no va con ellos, que "nuestros precios y salarios están marcando el ritmo del retorno al sendero de la competitividad y, al mismo tiempo, nuestras familias están reduciendo sus niveles de deuda mientras mejoran su ahorro".
Para rematar su faena gubernamental de encargo tiró la casa por la ventana y como si de un vulgar Director de La Razón se tratara, afirmó lo siguiente : "Nuestro Gobierno está introduciendo reformas muy profundas que deberían ponernos en camino de corregir los desequilibrios económicos que hemos acumulado en épocas recientes". Dicho lo cual fue sacado a hombros por la concurrencia genovesa allí presentes.
En realidad no nos deberíamos de sorprender por las palabras del heredero. Es sabido que la cabra tira el monte y en este caso además, de tal palo tal astilla. Lo que si en cambio nos debería indignar es la naturalidad con la que hace suyo los eufemismos gubernamentales que desde Moncloa se lanzan día y noche para confundir al personal.
Dicho de otro modo, el Príncipe no está en la nómina de Mariano. Más bien ambos están en la de los contribuyentes que sostienen con sus impuestos y sus salarios, muchos de ellos de miseria, sus desplazamientos , incluidos el que les ha llevado hoy a New York.
En fin , visto el patio y la prima de riesgo, no está la cosa para que la Casa Real con sus discursos divida al personal no sea que, al final, de tanto forzar las situaciones se les acabe aplicando un ERE y no precisamente de suspensión.
Dicho de otro modo, el Príncipe no está en la nómina de Mariano. Más bien ambos están en la de los contribuyentes que sostienen con sus impuestos y sus salarios, muchos de ellos de miseria, sus desplazamientos , incluidos el que les ha llevado hoy a New York.
En fin , visto el patio y la prima de riesgo, no está la cosa para que la Casa Real con sus discursos divida al personal no sea que, al final, de tanto forzar las situaciones se les acabe aplicando un ERE y no precisamente de suspensión.
3 comentarios:
El Príncipe votó a Mariano
Curioso¡ la monarquía la pagamos los del pueblo y sirve a los intereses de la Ceoe, como antaño a la nobleza. Y sin recato.
Si a mi me regalaran un palacio de MIL MILLONES DE PESETAS, a cargo del erario pùblico, si tuviera un sueldo millonario sin dar golpe y hacer oposicion, a cargo...del erario publico, si fuera un vividor a cargo del erario publico, pues sería del Opus Dei, de la COE, y hasta de las FAES.,...claro y votaria por el PP...por eso soy principe por la gracia de Dios...y de Franco.
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