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El delincuente de Conde se abraza con el trilero de Feijóo |
Ha tenido que ser precisamente un Abogado
del Estado en excedencia especial y con antecedentes penales
quien al rebufo de la crisis vuelva a poner sobre la mesa de la derecha hispana
una anormalidad que tiene su origen en la transición y que en otros muchos países
de la Unión Europea hace décadas que está resuelta.
Mario Antonio Conde Conde, un oportunista sin escrúpulos
y con sentencias firmes - en marzo de 1997 fue condenado a seis años de prisión
por apropiación indebida de 600 millones de pesetas y por falsedad en documento
mercantil y en marzo de 2001 la Audiencia Nacional le condenó a catorce años
por los delitos de estafa y apropiación indebida- anuncia que por segunda vez
vuelve a intentar captar votos entre el electorado conservador, la primera
comprando las siglas CDS y ahora a través de un chiringuito denominado Sociedad Civil y Democracia (SCD).
Lo relevante de esta iniciativa no es tanto adivinar los apoyos
financieros y mediáticos que pueda reunir semejante individuo. En realidad lo
que se vuelve a poner en debate es por qué y cómo, los genoveses originales y
genuinos han aglutinado en torno a sus siglas a un electorado y a unos medios
que en otros muchos países estarían votando y apoyando sin complejos a líderes como la francesa Le Pen , griegos como
Nikos Michaloliakos, holandeses seguidores de Geert Wilders, austriacos de Heinz-Christian Strache y así sucesivamente hasta
completar el mapa donde la extrema derecha europea tiene vida
propia.
Sin embargo, en España hasta ahora todos
los intentos de normalizar la existencia diferenciada de grupos de extrema
derecha con la existencia de un sólido partido conservador han fracasado, excepción
hecha del conglomerado ideológico que representa la ególatra de Rosa Díez y su no
menos chiringuito personal e intransferible que es la UPyD.
Para entender este fenómeno paranormal no es
preciso hacer sesudas tesis doctorales ni análisis pre y post electorales de
encargo. En realidad, aunque son apabullantes y variopintas las causas, hay una
que brilla con luz propia y que no es otra que primero durante los últimos suspiros
de la dictadura franquista, luego con AP durante los primeros años de la
transición y en la actualidad bajo las siglas PP, los conservadores que hoy
lidera en comisión de servicios Mariano Rajoy tienen una parte de sus genes y
sus sedes abiertas hasta el amanecer para que entren y salgan las escuadras de
la ultraderecha.
Vayamos algunos ejemplos que ilustran bien
este argumento y que en otros países, insistimos en ello, nutren desde hace
años a los partidos ultraderechistas con votos, líderes y proclamas.
De entrada, hasta hace dos días, el PP estaba
presidido vitaliciamente por un ex Ministro de un dictador como lo fue, mire
por donde se mire, el general Franco. Tiene además en su escalafón,
como Presidente de Honor, a José María Aznar que con el paso del
tiempo ha regresado a sus orígenes ideológicos que en una mayoría de países serían
calificados de cercanos a posiciones de la ultraderecha.
Para redondear sus relaciones con ese
pasado que nunca descalifican y mucho menos condenan, son innumerables los cargos públicos y orgánicos genoveses, más simpatizantes declarados, los que ocuparon responsabilidades políticas einstitucionales durante el franquismo.
No es menos anormal que dentro del escalafón
genovés sean numerosos los ejemplos de cualificados responsables del Partido que
se sientan en numerosos gobiernos municipales, regionales y ahora en el mismo
Consejo de Ministros y que en sus años mozos y no tan mozos no tuvieron reparo alguno
en compartir métodos expeditivos, no solo ideológicos, con los que habitualmente
practicaba la extrema derecha. Los ejemplos de Alberto Ruiz Gallardón, Ana Mato,
Cristina Cifuentes o Alfredo Prada, por señalar solo 4 ejemplos, hablan
por sí mismos.
No deja de ser también un motivo de
reflexión, no exento de preocupación, el alto número de hijos y nietos de
responsables de la dictadura que hoy se sientan cómodamente en sus despachos
oficiales tras su correspondiente nombramiento en el BOE o en los boletines de ámbito
regional y que desde hace tiempo venimos señalando en este blog.
Y ya puestos nunca está de más recordar que
el mismísimo
Presidente del Gobierno, a una edad madura, con plaza de Registrador de
la Propiedad y con coche oficial a la puerta como Presidente que lo era de la
Diputación Provincial de Pontevedra, escribió y no improvisó sendos artículos sobre el determinismo biológico que
de conocerlos sus colega de los Consejos Europeos le retirarían el saludo.
La misma anormalidad democrática que en el seno de este partido puedan convivir
y se jaleados alcaldes que basan su programa en propuestas xenófobas y racistas
como es el caso del Alcalde de Badalona.
Se podrían relatar muchos más ejemplos, a
cada cual peor, ordenados por sectores y colectivos pero hay uno de ellos que
está de plena actualidad y que no por obvio conviene ningunear. La
existencia dentro de la familia genovesa de un lobby, secta, clan, camarilla,
cuadrilla, pandilla, de ultras católicos, apostólicos y romanos que liderados
por un conglomerado de opusdinos, propagandistas católicos, legionarios y kikos
hacen y deshacen a su antojo en el sistema educativo y sanitario, entre otros.
Sus convicciones ultraconservadoras y sus prácticas políticas no tienen nada
que envidiar a la de sus colegas de la extrema derecha europea.
La diferencia es que los primeros en su finca sureña tienen firma reconocida en el BOE, son nombrados embajadores (Trillo), magistrados del Tribunal Constitucional (Ollero) o Ministros de Educación (Wert). Los segundos, tras perder la II Guerra Mundial, muchos años después continúan marginados por una mayoría del electorado que ni perdona ni olvida.
La diferencia es que los primeros en su finca sureña tienen firma reconocida en el BOE, son nombrados embajadores (Trillo), magistrados del Tribunal Constitucional (Ollero) o Ministros de Educación (Wert). Los segundos, tras perder la II Guerra Mundial, muchos años después continúan marginados por una mayoría del electorado que ni perdona ni olvida.
3 comentarios:
El gran -grandísimo- problema es que España es el único lugar del Mundo en el que el fascismo no fué derrotado ni castigado.
Aquí sigue vivito y coleando y goza de excelente salud.
Hombre, decir que UPyD es extrema derecha solo por pedir acabar con el cupo insolidario vasco y navarro, devolver competencias para ahorrarnos pasta y pedir bilinguismo real en ciertas comunidades autónomas es un poco delirante....para soltar eso y quedarse tan pancho hay que ser tonto o muy desinformador....
Conglomerado ideológico donde efectivamente convive un sector de la extrema derecha que no duda en pedir el voto para la ególatra de Rosa Díez
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