La frase que encabeza este breve post la ha pronunciado hoy en Bombay,
Arturo Fernández, Presidente de la Patronal madrileña, Vicepresidente de la
CEOE y Armero Real de la Familia Borbón.
Fernández, tan rustico él, estaba sinceramente pletórico ya que
por enésima vez, ha sido invitado por el gobierno para acompañar al Rey y a
varios ministros. En esta ocasión el destino ha sido la India y como es natural, con fines estrictamente comerciales y de
negocio.
Pero lo mismo que Fernández ha sido claro y sincero al referirse
al Rey como una especie de rentable conseguidor para los empresarios que como
el viajan a cambio de algo, el aludido tampoco ha defraudado a la concurrencia y ha leído de un
tirón el discurso que le habían preparado sus cortesanos con el visto bueno del
Palacio de la Moncloa y sus alrededores.
Ha calificado de “serias medidas de política económica las que ha emprendido el Gobierno” y que
además “ya han comenzado a dar sus
frutos, mejorando la productividad y la competitividad”. Y no contento con
ello, ha rematado su intervención alabando: “Nuestras modernas infraestructuras, nuestra mano de obra cualificada y
un marco regulatorio favorable nos convierten en un país muy atractivo para la
inversión extranjera”.
Se daba la circunstancia que mientras pronunciaba estas amables
palabras progubernamentales- léase Marca
España en versión genovesa -hemos conocido al mismo tiempo una providencia del
juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu por el que citaba a Arturo Fernández, Presidente de la Patronal madrileña, Vicepresidente
de la CEOE y Armero Real de la Familia Borbón, a declarar en la Causa Bankia en
su condición de imputado el próximo día 14 de diciembre a las 10h ” debiendo ser citados con las prevenciones
y bajo los apercibimientos legales”. Fernández y otros 32 consejeros,
incluido Rato, está acusado de cometer un delito
de estafa, apropiación indebida, falsificación de cuentas anuales, administración
fraudulenta y maquinación para alterar el precio de las cosas. Pecata
minuta.
Y como si de las dos Españas se tratara, la oficial representada
hoy en Bombay y la real, la de todos los días, la de los recortes y la del
paro, también hemos descubierto esta mañana que los expedientes de regulación de empleo continúan creciendo y creciendo desde que se aprobó la reforma laboral. Hasta agosto, último mes con datos disponibles, los empleados que han
sufrido un ERE ha subido hasta casi los 300.000, un 53% más que el año anterior. Es decir, la misma España
con un marco regulatorio favorable a la que el Gobierno se refería en el
discurso que de seguido ha leído el Rey.
La misma España, al fin y al cabo, que con sus impuestos ha financiado el avión
Airbus del ejército del Aire que le ha permitido viajar a Bombay para sentenciar
al imputado Arturo Fernández que “El Rey, siempre que nos acompaña, hacemos
negocio”. Y es que, a su manera, tiene
toda la razón: Se puede hacer caja viajando de gratis con el Rey y simultáneamente
estar imputado por delitos de estafa, apropiación indebida, falsificación de
cuentas anuales, administración fraudulenta y maquinación para alterar el
precio de las cosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario