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Acto en la embajada de España en Londres |
Como algunos de los lectores recordaran, Federico Trillo, gracias a los impagables servicios prestados a los
genoveses originales y genuinos a los que
se refirió Rajoy cuando pronunció aquella frase lapidaria con formato de jeroglífico: “Has estado ahí, ocupándote de temas que no vamos a calificarlos “, desde
mayo de este año disfruta, a costa del contribuyente, de unas inmerecidas y bien retribuidas vacaciones
como Embajador de España en el Reino
Unido que le suponen unos ingresos en metálico cercanos a los 15 mil € mensuales más otros miles cobrados
en especie a través del disfrute gratuito de residencia, vehículo, servicio
doméstico, etc.
Sin embargo, a pesar de tocarle este premio gordo, dicen los que le conocen que el Sr. Embajador estaba triste. Echaba en falta la presencia de una de sus más estrechas colaboradoras. Responde al nombre de Julia de Micheo Carrillo de Albornoz, alias Julieta, nacida en Newcastle y que desde la temprana edad de 20 años recién cumplidos ha sido de todo un poco durante los últimos 20 años: su asistente, su confesora, su asesora, su secretaria, su traductora y su amiga que con fidelidad probada le ha servido lo mismo para compartir una misa, arreglar un roto o un descosido judicial.
El caso es que tras aterrizar en Londres
se dice que descubre con horror que en un entorno tan extraño, sin ella cerca,
no es capaz de desenvolverse en su rústico ingles. Y es a partir de ese preciso instante en que la
echa de menos, cuando el piadoso de Trillo diseña una operación hasta ese
momento inédita en el servicio exterior del Estado y en la historia del
Congreso de los Diputados: Traerse a toda costa y por el procedimiento que haga
falta a su Julieta.
Y es cuando comienza a dar pasos este aún inacabado sainete genovés.
No fue fácil en sus inicios ya que había que resolver dos problemas que
dificultaban sobremanera tan deseado traslado. El primero, insalvable, es que su
ex asistente no reúne la condición de funcionaria pública. Y la segunda, no
menos insalvable, es que desde que dimitiera como Diputado por Alicante, su
escaño ha pasado a ocuparlo precisamente, Julieta de Micheo.
Para sortear el hecho cierto de no ser funcionaria, se intenta
desclasificar algún puesto adscrito a las Consejerías de los Ministerios con
plaza en la Embajada para de este modo poder contratarla. No hay manera. Todo
eran trabas burocráticas y presupuestarias así que de acuerdo con el Ministro
de Asuntos Exteriores, tras evaluar ventajas e inconvenientes, esta solución es
descartada, por el momento, por el coste político que ello supondría.
Y hete aquí que, sin encomendarse a Dios y mucho menos al Diablo,
pone en marcha su disparatado Plan B
que consiste en ponerse de acuerdo con la dirección del Grupo Parlamentario Popular
en el Congreso para “autorizar” a la
diputada Julieta y de rebote a Miriam Blasco, otra diputada genovesa también
electa por Alicante, para que se desplacen cuantas veces haga falta a Londres
para echar una mano al Embajador Trillo con motivo de la participación española
en los Juegos Olímpicos de Londres.
Y sin mayor recato, Julieta
y Miriam marchan a Londres a colaborar con su jefe ideológico, espiritual y
laboral. Como es natural, aunque lo cooce hasta el último funcionario de la embajada, formalmente no se informa de ello a nadie ajeno al circuito
cerrado formado por las tres partes implicadas: Embajador, susodichas y Dirección
del GPP. Nada se sabe sobre los costes económicos que ello comporta: viajes de
ida y vuelta, alojamientos, transportes, manutención, etc., Mucho menos sobre cómo
ha repercutido sus ausencias en sus funciones como parlamentarias. De hecho,
cuando era ya inevitable que este asunto saltara a la opinión pública, la
diputada Julieta ha reconocido que, entre otras cosas, no ha podido asistir a varios Plenos donde
había que votar diferentes iniciativas.
Pero para esta diputada pluriempleada, siempre a costa del
contribuyente, su presencia en Londres tiene una sencilla explicación. Dixit Julieta que no hay que
sacar de contexto su colaboración ya
que "Al llegar [Trillo], había mucho
trabajo por hacer y el grupo parlamentario nos autorizó para que echáramos una
mano en la parte de logística de los Juegos Olímpicos para organizar, por
ejemplo, desayunos con patrocinadores, entre otras tareas".
De un plumazo, obvia la Diputada a tiempo parcial que la
Embajada de España tiene un número nada desdeñable de cualificados diplomáticos
y consejeros, con su correspondiente personal de apoyo que pueden hacer lo que
estas predispuestas diputadas dicen que han hecho. Además, por si fueran
escasos los medios antes citados, hay una Oficina Comercial ciertamente
importante, una Cámara de Comercio y una Delegación Oficial del COE que seguro
hubieran estado disponibles para colaborar en este tipo de actividades.
Es verdad que todos estos funcionarios, a cambio, no están
obligados hacer otras funciones que durante tantos y tantos años, si ha venido
realizando la hoy diputada Julieta para el ahora Embajador Trillo. Y es en este
punto donde se enmarca el quid de la cuestión que explicaría se haya producido
semejante disparate como es que una diputada colabore en detrimento de sus
obligaciones parlamentarias con la logística de unos juegos olímpicos.
En el fondo, Federico y
Julieta o Julieta y Federico, tanto monta, monta tanto, hace años que se
han fusionado en el sentido figurado del término y ahora ni uno ni otro son
capaces de distinguir donde acaba y donde comienza esa mezcla entre lo público
y lo privado, entre la familia y el trabajo, entre lo religioso y lo político. Los árboles no les dejan ver el bosque
Y por último, para aquellos que han descubierto hoy la
existencia de la diputada Julieta y sus relaciones con Federico Trillo, aquí os
van sus lazos y vinculaciones entrelazadas que se han ido tejiendo durante los
últimos 20 años:
1993-1996. Asistente Parlamentaria del Vicepresidente del
Congreso, Federico Trillo.
1996-2000. Asesora del Presidente del Congreso, Federico Trillo
2000-2004. Asesora del Ministro de Defensa, Federico Trillo
2004-2008. Asesora
Parlamentaria del Portavoz Comisión Constitucional, Federico Trillo
2008-2012. Jefa Gabinete
del Coordinador de Justicia del PP, Federico Trillo.
Desde Mayo 2102. Diputada por Alicante tras la dimisión de
Federico Trillo
En definitiva, el Caso
Julieta no deja de ser la antesala del modelo que algunos genoveses como
Cospedal quieren aplicar sobre las funciones de los diputados y que no es otro
que supeditar el trabajo parlamentario a todo tipo de actividades privadas,
incluida la preparación de paellas para un grupo de empresarios de visita a
unos juegos olímpicos.
Una forma como otra cualquiera de denigrar y deteriorar la labor
de los diputados y su imagen, en sintonía con el discurso que el innombrable dictador Francisco Franco, abuelo político
de muchos de los actuales nietos genoveses, resumió perfectamente cuando dijo aquello de : “Haga
usted , joven, como yo y no se meta en política “
1 comentario:
Tambien es posible un plan C: todas las Embajadas cuentan con una Secretaria Social que es quién se encarga de organizar este tipo de eventos. Casualmente la Secretaria Social de Londres ha sido completamente relegada de su puesto hasta el punto de haber sido la unica no invitada a la Recepción del Dia Nacional (comentado por todos los asistentes que estuvimos presentes). Inutilizando la Secretaría se justifica tener que contar con la "ayuda" de esta señorita. Que para mas inri no se le cae la cara de verguenza al decir en otro artículo que no ha dado ordenes al personal o intervenido en reuniones de coordinacion con Diplomáticos. Y por supuesto no estuvo acreditada para los JJOO: no será porque no lo intentó por tierra, mar y aire. Ahí si que tendrá que ir a confesarse por falso testimonio
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