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Cifuentes en primer plano y en segundo su familia |
La veterana genovesa Cristina Cifuentes Cuencas, recientemente elegida Presidenta de la Comunidad de Madrid, gracias al
apoyo de Albert Rivera y sus
comerciales en la Asamblea de Madrid, anda levitando de plató en plató,
incluida su reciente salida a hombros en la Conferencia que su partido ha
clausurado este último fin de semana en Madrid
Y como no podía ser de otra manera, su entusiasmo le ha
jugado una mala pasada. Y es que no se le ha ocurrido nada mejor que en una
entrevista personalizada que le prepararon en La Sexta TV, poner la mano en el pecho y con voz entrecortada
afirmar que a ella lo que realmente le "gustaría que el trabajo de mi marido no fuera tan precario, ronda los 1.000 euros".
Dicho y hecho.
El caso es que con su atrevida y contundente afirmación, Cifuentes se sumaba sin complejos a la
corriente populista en la que, tras los resultados electorales del 22M, anda
metido su Partido. Todo vale con tal de parecer lo que no son. Para ello, un
buen día cambian su logos y sus gaviotas mientras que otro sustituyen a golpe
de telediario a los Florianos de turno por jóvenes conservadores sin escrúpulos
dispuestos a decir una cosa y la contraria con tal de ejecutar fielmente las
consignas monclovitas.
Pero en esta ocasión Cifuentes
ha ido mucho más allá de lo necesario y se ha metido en un jardín que, como
se verá, no tiene fácil salida. Sortear la verdad es lo que tiene. Vayamos a
los hechos.
En primer lugar, para situarnos conviene quizá recordar a
nuestros lectores que sobre el hoy mileurista marido ya hemos tenido
anteriormente ocasión de escribir. Incluso, en honor a Cifuentes y a su pareja,
en su momento le hemos reservado un espacio propio en nuestra web. Aquí podéis consultar el resultado.
En segundo lugar, Francisco
Javier Aguilar Viyuela, que es como se llama el mileurista marido de la Presidenta Cifuentes es arquitecto
desde que finalizó sus estudios allá por 1977. Es decir, tiene tras si una
dilatada carrera profesional. Por tanto es seguro que a lo largo de 38 de
trabajo, de los 60 años que ha cumplido, ha habido de todo. Desde épocas
boyantes coincidiendo con el boom del ladrillo y otras menos amables
consecuencia de las crisis económicas.
En realidad, visto su CV nada que destacar. Todo iba como
estaba previsto, hasta que Cifuentes
se empeñó por todos los medios imaginables
e inimaginables, en convertirse en una figura mediática nacional. Por
mucho que ahora se rasgue sus colorinas vestimentas, el hecho cierto es que su búsqueda alocada de
la fama podía tener consecuencias no deseables para su entorno más personal que
de este modo se quedaba expuesto al sol. No le importó hasta que un buen día se
fueron conociendo detalles de la faceta empresarial de su hoy mileurista marido.
Entonces se indignó y su cólera se hizo visible.
En realidad, su indignación venía avalada porque se publicó
en varios medios de comunicación que su arquitecto marido con varios socios montó varias sociedades. Unas le fueron
mejor y otras no tanto. En una de estas
dejó de abonar el salario, al menos, a uno de sus trabajadores. Este
aparejador, como hubieran hecho la mayoría en situación similar, le demandó en
un juzgado de lo social. El marido arquitecto y hoy mileurista fue embargado
por no pagar al trabajador la indemnización que le correspondía. Se dictaron varios edictos en el BOCAM ante la dificultad de comunicárselo por medios convencionales. Esto es lo que sucedió, le guste o no a Cifuentes recordarlo.
Desde entonces, un espeso y calculado silencio sobre
Cifuentes y sus circunstancias familiares se extendieron por la inmensa mayoría
de los grandes medios de comunicación. Incluso un conocido gurú de la palabra con formato de tertulia no dudó en escribir una de esas crónicas desproporcionadamente entusiastas defendiendo a capa y espada al marido & arquitecto & empresario de su amiga Cristina Cifuentes.
Este cómplice silencio puntualmente fue roto por algún que
otro medio digital para informar en febrero del 2014 que su marido arquitecto,
hoy mileurista, tenía relaciones comerciales con el Ayuntamiento de Madrid.
Tiempo después, allá por mayo de este año 2015, se
publicaron informaciones sobre la adjudicación por parte de la Universidad
Complutense de una costosa obra para la construcción y gestión de una macro residencia de estudiantes. Se informa al lector que Javier Aguilar Viyuela, marido & arquitecto & empresario, forma parte de la sociedad que ha sido adjudicataria para codirigir la obra.
En junio otro medio digital va más allá y denuncia
abiertamente que “ El clan de Cifuentes vuelve a beneficiar a su marido en sus negocios inmobiliarios”. La aludida se
ve obligada a salir del paso y se refugia en que no ha habido ninguna “ilegalidad”. Nada sobre sus vínculos con Dionisio Ramos, afamado miembro de este Clan.
Y por último, otro medio también digital, días después
titula que “los dueños de la residencia universitaria que diseña el marido de Cifuentes se ocultan en las Islas Caimán”.
En mitad de estas informaciones, elplural.com medio con el que colaboramos habitualmente, documenta e ilustra todo tipo de
irregularidades a lo largo y ancho de la vida administrativa de Cristina Cifuentes. Aquí podéis consultar los detalles más detallosos.
Y en esas estamos cuando sabiendo como sabe que se sabe
que su marido & arquitecto & empresario dirige, al menos esta millonaria obra, y
no hay constancia que lo haga altruistamente, no se le haya ocurrido nada mejor
que sobreactuar calificándole de mileurista. Flaco favor hace a la verdad.
En cualquier caso, para aclarar estas dudas razonables y
otras similares, se va acercando el momento, tras 25 años ocupando cargos
públicos ininterrumpidamente, para que Cifuentes haga publica por vez primera su declaración de IRPF y de Bienes y de paso, como ha hecho ya alguna que otra Presidenta de C.A, también aproveche para hacer publica la de su mileurista marido. Estamos convencidos que con ello contribuiría a hacer más transparente
y más creíble la tan denostada actividad publica que ella misma viene
ejerciendo desde hace décadas.
Quedamos a la espera. Otro día más y mejor.
6 comentarios:
de verdad es necesario que los políticos en españa estén 20 o 30 años en cargos públicos?
Seguramente Cospedal diga que su marido cobra poco más de 1000 euros. A los fascistas no les importar mentir si "técnicamente" dicen "la verdad". ¡Ay!, como me gustaría pegtarle con un palo en los dientes cada vez que suelta una mentira...
Jajaja me gusto lo del palo en los dientes
ese es el ke estaba en busca y captura no?
ridíiculas declaraciones donde le falta piel para comunicar
Por q no hablais del arquitecto maridp de la carmena
Y de paso de los 80.000 euros q va a vobrar su sobrino benvel ayto de madrid.
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