Viernes 18 de
diciembre. Quedan solo 3 días para que el Gobierno pase a estar en funciones.
Como es habitual se reúne el Consejo de Ministros aunque en esta ocasión no lo
puede presidir Rajoy por estar en un Consejo Europeo en Bruselas. Toma el
relevo la Vicepresidenta.
Por la referencia de los temas
tratados su orden del día no está especialmente cargado.
En el capítulo de nombramientos se incluyen 4 propuestas y un cese, el del
embajador comisionista, Gustavo de Aristegui. La
Vicepresidenta en su rueda de prensa no menciona a los primeros y se limita,
tras preguntarla, a confirmar el cese del embajador
Los 3 primeros
nombramientos se refieren al embajador de España en Nueva Zelanda para ser
acreditado en las Islas de Samoa y Cook, a un representante de la CEOE en el
Consejo Económico y Social y a los Vocales de la Sección Primera de la Comisión
de Propiedad Intelectual. Como se puede comprobar estos nombramientos son de
rango menor y no merecen mayor atención .
Pero en ese último
Consejo de Ministros también se incluyó otro nombramiento de mucho más calado. La
propuesta de nombramiento la hace Presidencia y es para ocupar la plaza de juez
que le corresponde a España en el Tribunal General de laUnión Europea con sede en Luxemburgo. El elegido para la ocasión es Leopoldo Calvo Sotelo Ibáñez Martín. Su CV oficial se puede consultar en la referencia que se facilitó a los medios de comunicación.
Como más de uno
habrá deducido, el candidato es hijo de Leopoldo Calvo Sotelo, ex Presidente del Gobierno con la UCD, fallecido en 2008 y de Pilar Ibáñez Martín Mellado, hija de José Ibáñez Martín que entre otras muchas cosas, fue Ministro de Educación entre 1939 y 1951 y Presidente
del Consejo de Estado entre 1951 y 1958.
Dicho de otro
modo, el candidato reúne todos y cada uno de los requisitos que Rajoy, como buen defensor del
determinismo biológico, considera necesarios para ocupar los Altos
Cargos del Estado y como es el caso, para representarle en organismos internacionales.
Para los más olvidadizos recordarles sus loas a la genética y a las estirpes sobre las que se recreo en el Faro de Vigo y que se pueden consultar en este enlace.
Y es que este
futuro juez del Tribunal de la UE, reúne sobradamente, al menos, los siguientes
requisitos y méritos dentro de los valores genoveses :
1. Ser hijo, nieto
y biznieto de “familias de bien” de toda
la vida. De esas a las que en 1998 Fraga Iribarne definió así : "Los
hijos de buena familia son más listos y cuando concursan en una oposición
tienen más posibilidades de alcanzar el éxito. En una casa de personas
prominentes, los hijos salen con más posibilidades". En este lote va
incorporado además tener profundas creencias religiosas, homologadas por el
Vaticano.
2. Se valora
positivamente, si es posible, como es el caso, que además posea un título de
aristócrata del Reino: II Marqués de la
Ría de Ribadeo.
3.Pertenecer a un Cuerpo de funcionarios
exclusivo y excluyente. Como lo fue su suegro, el candidato es Letrado del Consejo de Estado, al que
también pertenece Romay Becaria,
amigo personal de Rajoy, ex Tesorero
del PP y actualmente y para un segundo mandato, Presidente del Consejo de Estado.
4.Compromiso ideológico con el PP a prueba de
Real Decreto. También el candidato lo supera con nota alta : Subsecretario del Ministerio del Interior entre 1996-2000 durante la primera legislatura de Aznar. Casualidades del destino, ese mismo
Consejo de Ministros que le nombró el 7 de mayo de 1996 también lo hizo con el
anteriormente mencionado Embajador comisionista, nombrándole Director de Gabinete del Ministro del
Interior, a la sazón, Jaime Mayor Oreja.
5. Haber trabajado
en el sector privado durante un tiempo para entender mejor y ser más
comprensivo con las denominadas puertas giratorias. Dicho y hecho, ha ocupado altos cargos en la asesoría jurídica de
Vodafone España, S.A y de Villar Arregui Abogados.
Hasta aquí un
resumen resumido de sus indudables méritos que superan con creces los
requisitos mas exigentes que los clanes genoveses consideran deben reunir sus
candidatos.
Pero dicho esto, vayamos
a dos preguntas que planean sobre este nombramiento:
1ª. Por qué el
Consejo de Ministros no se tomó ni la molestia de buscar y encontrar otros
candidatos tan cualificados profesionalmente como el seleccionado, aunque no
reunieran algunos de los requisitos que hemos enumerado
2ª. Por qué el
nombramiento se hace a 2 días de unas elecciones generales y sin conocimiento
de los principales partidos con opciones de gobierno.
Las respuestas no
hay que ir a buscarlas a lejanos desiertos. En realidad son las mismas que
sirvieron para que otro Consejo de Ministros celebrado en octubre del 2003 y
presidido por Aznar nombrará a Rosario Silva Lapuerta magistrada de la Corte de Justicia de la Unión, el mismo Tribunal al que se
incorporará su colega Leopoldo Calvo
Sotelo Ibáñez Martin.
Y es que como más
de uno se habrá dado cuenta, las casualidades en estos casos ni son casuales ni
son fortuitas. Por ejemplo, esta jueza que continuará en Luxemburgo hasta el
año 2021, es hija de Federico Silva Muñoz, Ministro de
Obras Públicas entre 1966-1970, fundador de Alianza Popular y sobrina de Álvaro Lapuerta, ex Tesorero del PP, procesado por su
Caja B y por el Caso Gürtel.
Todos ellos
pertenecen al Cuerpo de Abogados del Estado,
tan exclusivo y excluyente como los Letrados
del Consejo de Estado, aunque probablemente de acceso más abierto y menos
restringido. De hecho, además de ella misma, también lo fue su abuelo, su
padre, su tío Álvaro y su hermana Marta Silva Lapuerta que desde el 2011 es la Directora General de la Abogacía del
Estado.
En fin, antes de finiquitar esta crónica sobre la Alta Sociedad ya solo nos queda pedir un deseo : que el nombramiento de Leopoldo Calvo Sotelo Ibáñez Martín sea de verdad la última decisión como Presidente del Gobierno de Mariano Rajoy. Así sea.