Desde el día 21 de diciembre, tras la celebración
de las elecciones generales del pasado 20N, el gobierno de Rajoy entró en funciones y en
consecuencia también le acompañan varios cientos de colaboradores con rango de
Altos Cargos cuyos nombramientos en su momento fueron ratificados por sucesivos
Consejos de Ministros.
Las estadísticas
oficiales nos dicen que durante estos 4 años han sido nombrados más de 400
Altos Cargos, sin contar los 177 embajadores que un sectario como García Margallo ha ido cesando y nombrando compulsivamente sin orden ni
concierto.
Pero a nuestros efectos, sin duda, son estos 400 Altos Cargos con rango de Secretarios de Estado y asimilados;
Subsecretarios, Secretarios Generales y asimilados y los Directores Generales y
asimilados los que hemos considerado de especial interés informativo y que
hemos seleccionado para estas crónicas post electorales de entretiempo a la
espera de que se constituya un nuevo gobierno, si es que finalmente se
constituye.
Los lectores más veteranos recordarán que sobre los perfiles de estos altos cargos y sus circunstancias hemos dedicado en alguna ocasión
nuestro tiempo. Las primeras crónicas
las podéis localizar en estos 5 enlaces:
2. Lobistas
Hoy, sin embargo, vamos
a dar un nuevo paso para intentar poner en limpio varios aspectos oscuros de esos
Altos Cargos, incluyendo a los miembros del Consejo de Ministros, que con
los tiempos que corren sorprenden por el nivel de opacidad y oscurantismo que
les rodean.
Para ello tiramos nuestros archivos a la ventana abierta
que nos proporciona la red y facilitar a nuestros lectores la más completa guía actualizada sobre los
susodichos: sus nombres, apellidos, trayectorias oficiales y oficiosas de todos
y cada uno de los agraciados que han sido elegidos para ocupar un Alto Cargo
retribuido en la Administración General del Estado, en la Presidencias de las
empresas públicas o en los múltiples órganos institucionales existentes,
reguladores incluidos. Están ordenados e indexados por fecha de celebración
del Consejo de Ministros en los que fueron graciosamente nombrados. Pinchando en este vinculo encontrareis en los archivos al por menor.
Como complemento, también podéis descargaros la escasa
información complementaria que sobre los interesados facilita de forma
desordenada el llamado rimbombantemente "Portal genovés de la Transparencia": sus retribuciones a palo seco, el número de autorizaciones
conocidas tras su cese para ser fichados por el sector privado, las indemnizaciones
recibidas tras su cese y por último, las inhibiciones y/o abstenciones que
dicen que han realizado, etc.
Pero a pesar de esta información que os facilitamos no os
resultará complicado constatar que todos ellos tienen en común y comparten un
mismo secreto: ninguna de sus
declaraciones obligatorias sobre sus bienes y patrimonio son públicas como
tampoco se conocen sus salarios en especie ni el uso que han dado a los gastos
de representación que tienen asignados.
De hecho, sus rentas y patrimonio y las de su cónyuge, permanecen
protegidas bajo 7 llaves en la Oficina de Conflictos de Intereses dependiente del Ministro Montoro, casualmente el mismo que hace unos día decidió publicar
una lista de morosos con la Hacienda Pública.
Y en consecuencia gracias a estas llaves y a sus anónimos
y leales guardianes no es posible a estas alturas del siglo conocer una
información que por el contrario sí que es pública en la práctica totalidad de
las CCAA y en la mayoría de los ayuntamientos. Misterios genoveses sin
resolver.
Y es por esta razón, por ejemplo, por la que un buen
número de Altos Cargos durante el tiempo que lo han sido, han logrado que sus
bienes y patrimonio hayan permanecidos "ocultos"
a los contribuyentes y, sin embargo, cuando han dejado de serlo para pasar a
otra Administración, muy a su pesar, si se han visto obligados a hacerlos públicos.
.
Pero, sin duda, mucho más grave son aquellos casos, una
mayoría para ser exactos, cuyos nombres entran y salen por el Consejo de
Ministros como Pedro por su casa y cuando cesan o dimiten, nunca más se sabe
nada de ellos ni sobre sus bienes ni sobre su patrimonio. Son, entre otros, los
casos de los Ministros de Defensa o de Economía que tras renunciar a ser parlamentarios, retornaran oficiosamente
sin problemas a sus negocios privados sin tener que dar cuenta de cómo les ha
ido durante los años que han decidido sobre esos sectores a los "nuevamente" se
reincorporan.
Un casposo manto de secretismom les cubre sus espaldas
públicas. Incluso, da igual que algunos hayan sido fichados por sectores
económicos o profesionales sobre los que han mantenido relación durante su
etapa como Alto Cargo. Lo tienen todo previsto : ya sea gracias a oportunos informes jurídicos
de encargo hechos por colegas de su Cuerpo y a la medida de sus pretensiones, ya sea por la vía del
silencio mediático que se impone en los grandes medios cuando los afectados son
fuente de financiación e inserción de publicidad a granel en esos mismos medios.
Y es que, mire por donde se mire, la luz y los
taquígrafos no han entrado en esa Oficina
de Intereses que se mantiene cerrada a cal y canto, ajena a los vientos de
transparencia que corren de norte a sur y de este a oeste por nuestro país.
Vamos acabando ya. Os dejamos a solas o acompañados para que
podáis ojear la documentación documentada sobre estos Altos Cargos “morosos". Los hay de todo tipo
pero sin ellos no hubiera existido el Gobierno de Rajoy.
Y en cualquier caso conviene
recordar que digan lo que digan, mientras que cobran por ello, son tus empleados
y trabajan para ti y los tuyos. Y por tanto, no hay ninguna razón de peso para que la
información sobre sus rentas, patrimonio e intereses esté disponible. Hasta
pronto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario