El próximo 13 de enero está al caer. Ese día se
constituirán el Congreso de los Diputados y el Senado. Dará por tanto comienzo
la XI legislatura.
En el caso del Congreso desde la noche del 20D se han ido
sucediendo y dando el relevo variopintos debates sobre su composición y el número
de grupos parlamentarios que podrán formarse, las posibles alianzas
parlamentarias para la elección de la Mesa y sobre todo y finalmente, los
apoyos que recibirían los posibles candidatos a la investidura como Presidente
del Gobierno. De todo un poco.
Y de paso, junto a estos debates, se han ido
incorporando, dentro y fuera de las redes sociales, todo tipo de datos sobre la
vida cotidiana de la Cámara y sus inquilinos, muchos de ellos tan inexactos
como imprecisos.
En esta línea deliberada de abonar la confusión, como
viene sucediendo hace ya tiempo, con el silencio y
pasividad de los órganos de la propia Cámara, se ha establecido una competición a
campo abierto, para ver quien, previa denuncia y rasgamientos públicos de sus
vestiduras, renuncia a más “privilegios”.
Y es así por ejemplo como un día cualquiera, sin
contrastarlo, se ha solemnizado muy solemnemente que los diputados de Ciudadanos renunciarán al uso de su coche oficial, dando por supuesto que hasta su llegada, esos vehículos existen y
están para el uso de los diputados. Como es obvio, los de Rivera, SA ni se han tomado la molestia de preguntar si de verdad
esos coches están donde se les espera. No hubiera sido muy complicado haber
preguntado, entre otros a Toni Cantó,
uno de sus “veteranos diputados” para confirmar que esa flota de vehículos ni
existe ni han existido desde 1977.
Otros, en este caso de Podemos, comenzando por su Secretario General, han ido más allá en sus “renuncias”. Y sin complejos han tirado la casa por el escaño. Lo mismo se levantan renunciado a planes de pensiones que saben bien que no
existen, que se acuestan soñando en voz alta que también renunciarán a “las
indemnizaciones por el ejercicio de la función”, es decir, lo que el común de
los humanos conoce como dietas.
En todo caso, a la espera que el tiempo vaya poniendo a
cada cual en su lugar y las “renuncias”
a esos supuestos “privilegios” se
vayan concretando, por nuestra parte vamos a facilitar a nuestros lectores
datos contantes y sonantes sobre un aspecto que también durante años ha sido
objeto de controversia : el salario real
de los diputados. De modo y manera que, al menos, en este punto, todos
podamos hablar con la seguridad que da saber que el dato no forma parte de
ninguna leyenda urbana y está respaldado por la fuente originaria, es decir, el
propio Congreso de los Diputados.
Vamos a ello. De entrada, para los que tengan tiempo y
ganas os sugerimos que hagan como nosotros y se den una vuelta por la web del propio Congreso y calculadora en mano hagan sus propias cuentas. No es tarea
fácil. Para los que no dispongan de ese tiempo ni tampoco de ganas, os sugerimos seguir leyendo esta crónica:
Comencemos por el salario que cobran todos los diputados
sin excepción. Lo componen dos conceptos:
1.Una asignación constitucional, es decir, 39.398,18€ anuales sujetos a retención
fiscal.
2.Una indemnización por ejercicio de la función que no está sujeta a retención
fiscal, es decir, la dieta a la que nos hemos referido anteriormente. Si el diputado
es por Madrid percibirá 12.187,84€.
Si lo es por otra circunscripción, la cantidad será de 25.534,04€.
3.Por tanto, el salario básico de un parlamentario es de 51.582,02€ anuales (electo Madrid) o si lo es por cualquiera de las
otras 51 circunscripciones, sumará 64.928,22€
anuales.
A estas cantidades hay que añadir las que perciben una
mayoría de los diputados por ser miembros de diferentes órganos de la Cámara: Mesas de las Comisiones y/o de la propia
Mesa del Congreso o Portavoces de los Grupos Parlamentarios en esos mismos
órganos. Si tomamos como referencia la legislatura ahora finalizada se
puede concluir que un 85% de los
diputados perciben algún tipo de complemento a su salario básico.
Como es natural, dependiendo del número de integrantes de cada Grupo Parlamentario, será a su vez mayor o menor la cantidad de miembros
que reciben estos complementos salariales. En este sentido, es fácil deducir que son los
Grupos minoritarios los que tienen a una mayor parte de sus diputados cobrando
esos complementos. Hechas estas primeras consideraciones , aquí van algunos datos resumidos :
1.Miembros de la Mesa del Congreso. La horquilla retributiva entre los
Vicepresidentes (4) y los Secretarios (4) oscila entre los 120.564,38€ de los primeros
y los 109.559,52€ de los
segundos. Estas cantidades se corresponde con diputados no electos por la
circunscripción de Madrid.
Mención aparte merecen las retribuciones del Presidente de la Cámara. El que lo ha sido hasta ahora, diputado por Soria, durante los últimos 4 años ha percibido 212.660,98€ anuales.
Como dato a subrayar y de difícil explicación es el hecho
de que, a diferencia del resto de los diputados que no pueden acumular
complementos retributivos por ser miembros de varios órganos, los miembros de la Mesa perciben un
complemento por formar parte de la Mesa de la Comisión de Reglamento y cuya actividad, por razones obvias, suele ser más
bien escasa.La horquilla va entre los 20.038,34€ anuales de su Presidente hasta los 9.767,10€ de los Secretarios.
Finalmente, estos 9 diputados son los únicos miembros de
la Cámara que dispone de coche oficial personalizado.
2. Portavoces
Grupos Parlamentarios. A su salario básico
hay que añadir dos complementos que ascienden a 37.345€ anuales. La suma total, por todos los conceptos,
dependiendo de si se es electo por Madrid o no, es de 88.927,02€ y 102.273,22€, respectivamente.
3. Mesas de Comisiones y Portavoces de los Grupos Parlamentarios en esas Comisiones. Tal como se refleja en el cuadro enlazado, todos cobran
un complemento que varía en función de si se es Presidente de Comisión, miembro de su Mesa o Portavoz de un Grupo
Parlamentario en esa Comisión. Las cantidades van entre la que percibiría
un Portavoz Adjunto electo fuera de Madrid, 74.695,32€ y las de un Presidente de la Comisión que cobraría 84.966,66€.
A partir de estas cifras variables y que en los próximos
días se irán reflejando en la nominas de cada diputado, hay que añadir otros
potenciales ingresos que en buena medida condicionan las retribuciones finales
de un diputado.
Un primer bloque lo integrarían los parlamentarios que
perciben los famosos “sobresueldos”
que mayoritariamente se corresponden con una practica muy extendida en el Grupo
Parlamentario Popular. Los han
percibido y perciben un buen número de miembros de su Dirección Nacional que
son a su vez diputados y los de la dirección de su Grupo Parlamentario. Como es
natural solo se conocen parcialmente los que publicaron en el 2011, como fue el
caso de Mariano Rajoy en su calidad de Presidente Nacional del PP y por entonces Jefe de la Oposición. Habrá que
estar a la espera de que se hagan publicas sus declaraciones de bienes y rentas
correspondientes.
El segundo bloque lo forman los que tienen además otros
ingresos por actividades ajenas a su condición de diputado y que han sido “autorizadas” por la Comisión del
Estatuto del Diputado. En rigor hay que decir que son mayoría los diputados que
teniendo esa autorización no perciben una contraprestación económica. Entre los primeros que sí percibieron una retribución hay casos conocidos que pueden consultarse en este enlace.
En fin, vamos acabando ya dejando a cada cual con sus
propias conclusiones. En todo caso os sugerimos que para disponer de una visión
más amplia de este tema visitéis algunas web que hemos consultado de otros
países de nuestro entorno y para los mas caseros, las de algunos Parlamentos autonómicos que publican sus las retribuciones de sus diputados. Suerte y hasta la próxima.
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