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Cristina Cifuentes de verde acompañando a Marisa González de blanco |
Hoy traemos a nuestros
lectores uno de los escasos ejemplos que con los años hemos podido encontrar y
que viene a confirmar que entre los clanes genoveses, además de reglas, hay
también excepciones excepcionales que precisamente las confirman.
En alguna ocasión nos
hemos referido a ella. Se llama Marisa González Casado y como se verá,
su presencia ha sido determinante para los dos únicos genoveses de postín con
los que trabajado en los últimos 25 años : Alberto Ruíz
Gallardón y Cristina
Cifuentes Cuencas. Pero vayamos por partes.
Nuestra protagonista nació
en Madrid a mediados de los años 60 en el marco incomparable de esas buenas
familias a las que Rajoy se refiere
en dos de sus más rancios artículos publicados en El Faro de Vigo.
Con los años Marisa
es madre de tres hijos y que al igual que su actual Jefa Cifuentes no ha
tenido problema para matricular a alguno de ellos en los colegios
segregacionistas que gestionan los ultras de "Los Legionarios de
Cristo". Está separada del primer marido, en buena armonía
con el segundo y con el actual
les une
además la profesión. Sobre sus bienes y rentas dejamos al lector que saque
sus propias conclusiones. El dato cierto es que su salto a la Puerta del Sol
se ha visto sensiblemente reflejado en sus ingresos. Los más curiosos
podéis consultarlos en este enlace.
Volvamos a su biografía.
Tras finalizar los estudios secundarios optó por matricularse en periodismo
para acabar como estaba previsto cinco años después. Más o menos, su título
está expedido a finales de la década de los ochenta.
Y es justo a mediados del
año 1989 cuando se tienen las primeras referencias en sus
relaciones con la gran famiglia genovesa, en concreto con el Clan de los
Gallardón.
Y es que en ese año hay
constancia que en ese mes recibió una oferta laboral que no podía
rechazar de Jesús Pedroche,
diputado opusdino y hoy imputado por las
tarjetas black de Caja Madrid. Su primera nómina
conocida se hace cargo el Grupo Parlamentario Popular de la Asamblea de Madrid.
Según algún medio de comunicación, nada sospechoso de mantener una actitud
crítica e irreverente con Cifuentes y su equipo, esos dineros
fueron abonados en B.
El caso es que es allí
donde conoce como hemos dicho a los dos únicos Jefes que ha tenido desde
entonces.
Uno, Ruiz Gallardón,
era ya entonces un prometedor hiperactivo y repelente Diputado de esa Asamblea
que desde 1983 no había ganado una sola elección a la que se había presentado
tanto en al Ayuntamiento de Madrid como a la propia C.A.
La otra futura jefa, Cristina
Cifuentes, era también por aquella época una ambiciosa ultra
genovesa con rango de asesora que acababa de estrenar su licenciatura
universitaria en Derecho.
En apenas un año, Marisa
que es como responde cuando se la llama, pasó de ser Jefa de Prensa del Grupo
Parlamentario Popular de la Asamblea de Madrid (1989-1991) a seguir la estela
de su Jefe y marchar al Senado como su Jefa de Prensa al Grupo Popular del
Senado (1991-1995) del que Ruiz Gallardón era su Portavoz.
Aquellos primeros y
maravillosos años fueron claves para darse a conocer entre unos jóvenes
periodistas que durante esa época cubrían la información parlamentaria en ambas
instituciones. Tanto lo fueron que esas relaciones en muchos casos han sido
determinantes para entender el por qué años después se han publicado amañadas y
amables informaciones sobre sus dos amados amos que incluso, en más de una
ocasión, para vergüenza de esos periodistas y sus editores, cuando
llevaban camino de no serlo, han acabado en un oscuro y cerrado cajón.
Y es precisamente su
silenciosa labor con los medios de comunicación donde Marisa, a la que
llaman Marisa, brilla con luz propia. Logra lo que otros muchos no
hubieran conseguido: convencer (algunos dicen que engañando) a
determinados sectores de la opinión pública para que personajes ideológicamente
provenientes de la extrema derecha genovesa, tras pasar por sus manos, acabaran
apareciendo como lo que no son ni siquiera está previsto que lo sean : unos
progresistas compulsivos.
Primero lo puso en marcha
con Ruiz Gallardón tanto en la Puerta del Sol como en la Plaza de la Cibeles.
Fueron 16 años de intenso trabajo para ocultar tanto su carácter vanidoso,
fatuo, autoritario, pedante, elitista como sus profundas convicciones
ultraconservadoras. A cambio ofrecía un pack niquelado destacando del susodicho
unas virtudes artificialmente creadas para sus doble. Año a año, mes a mes y
día a día le fue modulando hasta hacerle pasar por lo que no era. Fueron
muchas horas de conversaciones con periodistas selectamente seleccionados,
oportunas filtraciones, calculada amabilidad y paciencia a granel y sobre todo
tragarse muchos silencios silenciosos sobre el verdadero personaje que se
ocultaba tras su cuidada y limpiada imagen pública.
Estuvo
a punto de lograrlo pero todo se fue al garete cuando su soberbio Gallardón
prescindió de sus servicios y marchó para ser Ministro de Justicia en el
gobierno de Rajoy. El personaje, sin su Marisa a su
lado, se tiró al monte y ante la sorpresa de los que se habían creído que
Gallardón era un genovés diferente, salió del armario y se pasó con armas y
bagaje a la caverna más cavernícola. Aquí podéis
repasar su caída en picado. Desde entonces, gana dinero, pero no
ha vuelto a levantar cabeza.
Mientras Gallardón daba
sus primeros pasos en la Calle San Bernardo, Marisa, a la que llaman
Marisa, días después de
su cese a petición propia en el Ayuntamiento de Madrid,
a finales de enero del 2012, es fichada por una ojeadora profesional como
lo es Cristina Cifuentes que no se lo pensó dos veces y la
nombró su Jefa de Prensa en su recién estrenado plató de radio y
televisión : Delegación del Gobierno de Rajoy en la Comunidad de
Madrid.
Se ponía en marcha la segunda
operación de transformar a un personaje que hasta ese momento se limitaba a
voltear alocadamente pidiendo una oportunidad por las tertulias sectarias y
marginales de la cutre versión hispana del “tea party” norteamericano.
En pocos meses, Cifuentes, bajo la tutela silenciosa de Marisa, da el
salto al gran público. La ausencia de principios lo facilita. Todo vale, todo
se utiliza, incluidos los recursos públicos. Nunca hasta entonces había
sucedido algo similar como era la utilización de un cargo público para su
promoción personal y política. Marisa lo sabía bien ya que su anterior Jefe
había hecho lo mismo pero con algo más de recato. Todos los movimientos de
Cifuentes se "vendían" cual publirreportajes. Desde su
recuperación tras su fatídico accidente de moto hasta su presencia en
cualquier acto publico del que quedara rastro audiovisual. Incluso cuando
aparecieron las primeras informaciones sobre su peculiar y formal marido
empresario, Francisco Javier
Aguilar Viyuela, no tuvieron complejos para contrarrestar esas
informaciones con publirreportajes
sesgados de esos que provocan vergüenza ajena.
Pasa
el tiempo y con el desparpajo de una y la complicidad de la otra, logran
engañar simultáneamente a un buen número de incautos.
Crean una Cifuentes virtual que lo mismo un día es laica que otro es
republicana. Estiran el día y la noche. Se especializan en lanzar durante las
24h del día todo tipo de artefactos explosivos en formato de rumores
verosímiles contra sus colegas genoveses, en particular contra Esperanza
Aguirre y Ana Botella.
Su objetivo estaba claro : saltar cuando tocara al Ayuntamiento de Madrid
o la a Presidencia de la Comunidad Autónoma.
Cada
una tiene su cometido. Marisa, a la que llaman Marisa, sin
perder la sonrisa, se dedica a mover todos los hilos entre los tertulianos,
editores y periodistas de a pie para colocar en sus informaciones, aunque fuera
con fórceps, a su nueva estrella mediática.
Mientras tanto, la mano
que mece la cuna de Cifuentes, se tiene que ganar la vida y complementar el
sueldo ajustado que le pagan en la Delegación del Gobierno. Nada mejor para
ello que nombrarla Consejera de Aguas de las Cuencas de España (Acuaes),
una empresa publica hermana de Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed),
ambas presididas por Federico Ramos
de Armas, el recién dimitido número 2 de la Vicepresidenta
Soraya Sáenz de Santamaría tras conocerse su calamitosa gestión al frente
de estas empresas públicas. Ramos había sido Viceconsejero en los Gobiernos
de Aguirre y entre los clanes genoveses todos se conocen y se hacen
favores. Allí durante 3 años la entonces Consiglieri Casado, además
de cobrar, firmó todo tipo de Convenios y Cuentas.
También se dice con razón
que tuvo que buscar reforzar su economía familiar recurriendo a su amigo
del alma y experto en controles de alcoholemia, Miguel Ángel
Rodríguez, alias MAR. Y es que un sueldo de un nivel 26 de la Administración
Periférica del Estado da para lo que da.
Y en estas sucede lo que
estaba previsto. Tras una eficaz y rápida operación de acoso y derribo
dentro de sus propios clanes y con el apoyo interesado de algún que otro
medio de comunicación amigo, el que hasta ese momento era el oscuro Presidente
de la CAM, Ignacio González, ve
como se queda descompuesto y sin candidatura. Rápidamente pasaban por
allí las predispuestas Cifuentes González lo que hace
casualmente que sea nominada la primera candidata a la Presidencia.
En Junio del 2015 Marisa
González tiene su recompensa en BOCM : es nombrada Directora de
Gabinete de la Presidenta de la Comunidad de Madrid. Por vez
primera en 25 años da el salto y asume funciones que van más allá de una jefa
de prensa al uso. Y esto es posible porque unos días antes había sido elegida Cristina
Cifuentes por la Asamblea de Madrid con el apoyo de
Ciudadanos. Todo seguía su curso. De rebote o no, poco tiempo
después, una de sus ex parejas es fichado para trabajar como asesor
parlamentario del sospechoso habitual y Consejero de Medio
Ambiente, Jaime González
Taboada.
Desde entonces, con los
Presupuestos y subvenciones de la CAM como montera, ambas ponen en marcha una
nueva fase en sus dilatadas trayectorias políticas mucho más ambiciosa y
de consecuencias impredecibles: ayudar a dimitir a Esperanza Aguirre
de la Presidencia del PP de Madrid y simultáneamente potenciar la imagen de
Cifuentes como una ex genovesa marcada y guiada por el regeneracionismo y la
tolerancia 0 contra la corrupción.
Lo primero con
la ayuda inestimable de los juzgados lo acaban de conseguir. Lo
segundo, bien que lo deberían saber ambas, en un país serio sería una misión
imposible porque las dos, tanto montan, montan tanto, han sido testigos en fila
preferente de cómo la corrupción se ha adueñado del PP en los últimos 25 años y
nunca dijeron nada. Es decir, ni mu. Durante esa larga noche en la que se
movían como pez en el agua los Granados, los López Viejo, los
Albondiguillas, los Sepúlveda, etc., Thelma &
Louise, nuestra versión verbenera de esa gran pareja
cinematográfica, estuvieron como espectadoras en medio de ese robo constante y
coordinado. Tomaron cafés con sus protagonistas, compartieron reuniones,
pasillos y confidencias. Decir lo contrario sería faltar a la verdad.
Vamos acabando recurriendo
a una de las frases míticas que en "Los Intocables" pronuncia Robert
de Niro en el papel de Al Capone : "Cuando era pequeño mi
padre me dijo que se puede llegar lejos con una palabra amable. Pero yo aprendí
que se puede llegar más lejos con una palabra amable y una pistola".
Como es natural, cualquier parecido con
la realidad es pura casualidad. Por si hubiera alguna duda os seguiremos
informando.
1 comentario:
En general felicitarte por la basura de blog que te curras.
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